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Los diputados federales se encuentran en la disyuntiva de aprobar una reforma política acotada con consulta ciudadana casi imposible de implementarse, o por trámite legislativo la dejan a discusión de la próxima Legislatura, a instalarse en septiembre próximo.

La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados avaló, por unanimidad y en lo general, el proyecto de dictamen de la minuta enviada por el Senado, que considera sólo los temas de consenso en ambas cámaras. Entre ellos la consulta ciudadana.

Pero a diferencia de los senadores, los diputados de PAN y PRD alertaron que el umbral de participación mínima de ciudadanos empadronados impuesto para que los resultados sean considerados obligatorios, resulta excesivo y la haría “imposible”.

Desacuerdo

El año pasado la Cámara Baja redujo de 40% a 25% ese umbral. Pero el Senado restableció que deberá ser de 40%, equivalente a 31 millones 400 mil ciudadanos.

El vicecoordinador de los diputados del PAN, Carlos Alberto Pérez, aseguró que mantener ese alto umbral, no sólo hará nugatorio el derecho, sino que “mochará” a un más a la “reforma mocha”.

El priísta Felipe Solís Acero advirtió que modificar la minuta implicaría cancelar la posibilidad de que sea aprobada en esta Legislatura, pues la Cámara ya hizo modificaciones como revisora y ahora sólo tiene dos opciones: aprobarla o rechazarla.