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Una delegación de la Iniciativa Mujeres Premio Nobel, encabezada por Jody Williams y Rigoberta Menchú Tum, inició ayer una gira de trabajo sobre la violencia de género en México, Honduras y Guatemala, para exigir a los gobiernos de los tres países el fin de la impunidad en la violencia contra las mujeres.

La delegación, que se reunirá con representantes del gobierno federal y organizaciones no gubernamentales, trae consigo una lista de casos documentados de violencia de género y recomendaciones que no han sido atendidas por el Estado mexicano, afirmó Williams, presidenta de la Iniciativa de Mujeres Premio Nobel.

En conferencia, cuestionaron las acciones del gobierno mexicano para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez y otros puntos del país; la estigmatización que sufren las mujeres que se atreven a denunciar la violencia de las corporaciones militares y de seguridad y el impacto que ha tenido sobre este grupo la guerra anticrimen.

Destacaron que, en el contexto de la guerra contra el narcotráfico, se ha incrementado la violencia en contra de las mujeres, y se citó como ejemplo el caso de Chihuahua, donde el número de feminicidios registrados en la entidad desde que inició el operativo conjunto es de 837 (2008 a junio de 2011) casi el doble del registrado entre 1993 y 2007.

La presencia de las fuerzas militares en comunidades indígenas y colonias urbanas, señalaron, ha llevado a incidentes violentos y provocado violencia contra mujeres y jóvenes, con un incremento en los abusos, incluyendo la violencia sexual.

La delegación se reunió ayer con 50 mujeres que han sido víctimas de violencia de género o que, como defensoras de derechos humanos o periodistas, enfrentan los riesgos de su profesión sin recibir de las autoridades protección.

“No queremos escuchar que van a hacer más comités de investigación, después de años y años no necesitamos escuchar el mismo rollo, queremos ver acción, las familias que están sufriendo en este país quieren ver justicia”, expuso la ganadora del Premio Nobel de la Paz de 1997.