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Cumplió la mayoría de edad hace ya mucho, pero a los 56 años y con una pierna fracturada, Domingo Bobadilla esperó ayer durante muchas horas para sacar por primera vez su credencial de elector.

“Nunca la necesité para nada, pero estoy cansado de la situación, ¡Ora sí quiero votar¡”, dijo emocionado Domingo.

El señor Bobadilla fue una de las 800 personas que al vencer el plazo para obtener su credencial del Instituto Federal Electoral (IFE), pudo hacerlo en el módulo más saturado del país, ubicado en Álvaro Obregón, en el distrito 16.

Se hicieron “compadres”

A la medianoche del sábado empezó la “acampada electoral” para apartar un lugar. Quienes pernoctaron padecieron frío, cenaron y al amanecer, después de tantas horas en la fila, algunos ya eran hasta “compadres”.

Otros no tuvieron esa suerte. Hubo un asalto en la “cola” pasadas las 3 de la mañana fuera del módulo ubicado en Calle 10, colonia San Pedro de Los Pinos.

“Hace dos meses ni venía gente, había como 20”, indicó el comandante Martín Tejada.

Ayer no se daban abasto. El trabajo, la falta de tiempo, la escuela, fueron los causantes.

Sólo dos reconocieron: “A veces soy muy irresponsable, pero mejor tarde que nunca”, dijo, Alan Méndez, estudiante de Bachilleres. Iñaki De Ilazola, estudiante de Derecho, explicó: “Tuve un problema en las vacaciones y no pude venir… problemas como viajes, flojera…”.

El trabajo, y algo de exceso de confianza admitieron otros.

“Reconozco mi falta, se me vino el tiempo encima”, asumió Azucena. Mónica Sesma, sicoteraupeuta de profesión, además asimiló el costo: llegó con café, banco, libro y abrigo, “no quiero perder mi derecho al voto”.

Así transcurrió el vencimiento del plazo oficial del IFE.