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El 71.5% de los municipios del país se encuentran capturados o bajo el control del crimen organizado y a diferencia de años anteriores, en 2011 la presencia comprende todos los estados del país, así como el Distrito Federal, además de que los cárteles del narcotráfico están peleando cada vez más esos territorios, dijo Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana.

Basado en trabajo de campo de sus equipos recorriendo todo el país, del monitoreo de expedientes judiciales y de la verificación de infraestructura física abierta del crimen organizado, Buscaglia afirmó que los cárteles han tomado las instituciones a nivel local y en muchos casos existe complicidad política, además de que la infraestructura del crimen organizado es física, abierta y notoria.

“La corrupción a nivel municipal y más arriba es un motor de la violencia organizada mexicana, ya que se observa más competencia que hace cuatro o cinco años entre los mismos grupos criminales, que no sólo compiten por cuidar rutas o asegurarse de los mercados de piratería, contrabando, fraude, sino que compiten por capturar a las autoridades”.

La cifra de 71.5% lleva a niveles de conflicto armado africano, además de que existen indicios de que los cárteles mexicanos continuarán buscando mayores controles territoriales, incluyendo la lucha por corromper a las autoridades, agregó.

En lo municipal, explicó, sus investigaciones muestran que en 2001 el crimen organizado controlaba 34% de los municipios, 53% en 2006, 73% en 2010 y 71.5% en 2011, debido a que los grupos delincuenciales disminuyeron su infraestructura criminal en el Estado de México y Michoacán, y se están trasladando todavía hacia Chiapas, Campeche, Tamaulipas y Nuevo León.

Lo anterior, quiere decir que los cárteles tienen infraestructura física abierta, permanente y notoriamente están cometiendo alguno de los 22 tipos de delitos patrimoniales que están monitoreando los equipos de investigación.

“Están operando notoriamente frente a la nariz de los policías, de los políticos y de las autoridades de todo tipo, y para ello tiene que haber algún tipo de tolerancia del Estado y puede ser a nivel político o de policía. Eso nos está diciendo que sigue en aumento ese tipo de captura y ahora se observa una mayor competencia de los grupos criminales por ubicarse en éstas jurisdicciones municipales y esa competencia genera violencia”.

La operación de delitos como la corrupción de menores a plena luz del día, piratería y extorsiones, como ocurre también en el DF, eso ya muestra un nivel de convivencia entre las autoridades y los grupos que manejan estos tipos de delitos, expresó Buscaglia, quien resaltó los mensajes que han dejado los grupos criminales en mantas dirigidos a funcionarios a nivel municipal y estatal, donde los exhiben como controlados por un grupo del narcotráfico, y les advierten que serán controlados por otros.

“El nivel de captura ha ido en aumento, no sólo a los costados con más municipios, sino con el intento de capturar a las autoridades estatales y ya han infiltrado muchas ocasiones a las autoridades federales en la Procuraduría General de la República. La corrupción sigue en aumento”, dijo.

Uno de los pilares de la Convención de Palermo que implica el ataque frontal a la corrupción, no se ha aplicado en el caso de México, indicó.