Pese a saberse un empresario controvertido, Raymundo Gómez Flores, accionista mayoritario de Minsa, Grupo Geo y Dina, entre otras muchas empresas, emprendió la carrera política: el PRI lo designó, hace dos semanas, candidato al Senado por el estado de Jalisco.

Su protagonismo en el proceso privatizador de empresas públicas durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) es apuntada como muestra de que es un ?hombre de sexenio?, crecido a la sombra del salinismo. ?Grandes mentiras?, según él, que lo relacionan estrechamente con la mano derecha de Salinas y José Córdoba Montoya, en su momento, jefe de la Oficina de la Presidencia. Quienes han colaborado con Gómez Flores, lo definen como hombre que ?habla de frente? ?él mismo se presenta así con sus interlocutores?, recio de carácter, claridoso y sencillo en su trato. Tanto, dice él, que sólo lleva traje y corbata cuando visita al presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en Los Pinos.

Sus éxitos se deben, según afirma en entrevista telefónica desde Guadalajara, a ?una jornada laboral que dobla el año de trabajo de cualquier otro?, multiplicada por ocho hermanos que quedaron en plena juventud huérfanos de padre y operaron en sus inicios, en un ejemplo de ?sueño americano?, la heredada cadena de lavanderías de ropa de hotel.

Dos décadas después de aquellos comienzos, antes de la crisis de 1995, la sociedad familiar llegó a tener fuerte presencia en todos los sectores: construcción (Grupo GEO), alimentación (Minsa), industria automotriz (Dina), transporte (Estrella Blanca) o bancos (Banca Cremi).

?Es el empresario más poderoso de Jalisco, líder de facto entre los empresarios del estado?, apunta Javier Hurtado, director de la Escuela de Estudios Políticos de Guadalajara, quien no duda en afirmar que ?utiliza relaciones políticas para sus fines?. Hurtado destaca la ?gran capacidad ejecutiva? de Gómez Flores, y cómo utilizó su liderazgo para reunir a cuatro partidos, universidades de todo signo, varios sindicatos en torno del proyecto ?Jalisco Futuro?, estudio que quiso fijar estrategias de cara al año 2020 para el estado, en los peores momentos del año 1995. Respecto de su trayectoria empresarial, Hurtado afirma que el origen de su fortuna ?es un misterio, considerando que comenzó operando rutas turísticas?.

Otras fuentes consultadas insisten en ver a Gómez como uno de esos empresarios clásicos ?de sexenio?, que llevan una buena relación con los hombres en turno del poder, y sus fortunas se abultan hasta tomar notoriedad pública.

Pero el empresario y ahora político se defiende: eso, dice, dijeron de mí con Miguel de la Madrid.

El salto a la construcción

Tras unos inicios que pasaron por la creación de rutas de autobús para turistas, el despegue empresarial de los Gómez Flores se produjo en el área de la construcción de vivienda popular, durante la presidencia municipal de Guillermo Vallarta Plata (1983-1985).

Gómez Flores señala que después de sufrir una grave crisis para afrontar las deudas en las que se implicó para desarrollar el negocio de lavandería, él y sus hermanos miraron hacia otros sectores. ?Vimos que los grandes señores de la construcción tenían abandonado el sector más bajo, el de vivienda para asalariados de ingresos mínimos?. Tras comprobar que los bancos les negaban un crédito, los hermanos decidieron aventurarse sin ayuda. ?Hicimos con recursos propios las primeras 200 viviendas. Los banqueros se quedaron impresionados de la calidad del proyecto?, recuerda el priísta.

Actualmente, Gómez Flores tiene también negocios de bienes raíces, como el exclusivo fraccionamiento Puerta de Hierro, ubicado en el municipio de Zapopan.

Fobaproa

La crisis puso a prueba la entereza del grupo y obligó a desprenderse de participaciones. Por ejemplo, Gómez Flores vendió por 175 millones de dólares 61 por ciento del corazón de la automotriz Dina, Motor Coach Industries de Illinois, Estados Unidos, que estaba situando a la empresa mexicana en el principal fabricante de autobuses, camiones y tractocamiones de América del Norte. ?Hicimos nuestro mejor esfuerzo, pero no hay negocio productivo que aguante un crecimiento de tasas de interés en dólares de 7 por ciento a 75 por ciento ; que el tipo de cambio pase de tres a 10 pesos por dólar, y que los pagos de deuda a plazos se conviertan en pagos semanales?, explica.

Según información proporcionada por el despacho de Dolores Padierna del PRD, ante esta situación, los Gómez Flores tuvieron que acogerse al rescate bancario del Fobaproa. En la sesión 23 del subcomité del fondo del 3 de febrero de 1998, explica el PRD, se analizó la situación de las empresas de las que Raymundo Gómez Flores tenía participación mayoritaria, Grupo G, Estrella Blanca y Mexicana de Autobuses (Masa), con una cartera de adeudos total de estas empresas superior a los mil 400 millones de pesos. Según la misma fuente, las últimas listas arrojan que el adeudo de los Gómez Flores es de sólo 25 millones de pesos.

?Es una mentira absoluta?, responde el empresario. ?Ni tengo ni he tenido un solo centavo en faltas ni en interés ni en capital?. En su día, la Secretaría de Hacienda calificó el dato de ?inexacto?.

Antes de presentar su candidatura al Senado, asegura, adelantó los pagos de adeudos a largo plazo de sus empresas, ?cuando menos dos años?. El monto principal de la deuda reflejado en los documentos divulgados por el PRD corresponden al consorcio Estrella Blanca. ?No tengo nada que ver con esos señores, salvo que son clientes de alguna de nuestras empresas?, contestó. ?Hemos dedicado los últimos cinco años a pagar todos los pasivos.?

Banca Cremi y Cabal Peniche

Gómez Flores obtuvo Banca Cremi en licitación pública en 1993, pese a carecer de experiencia bancaria, y puso al frente de la entidad a Octavio Gómez Gómez, hombre de confianza de Córdoba Montoya. A principios de 1994, Gómez Flores vendió 80 por ciento del banco a Carlos Cabal Peniche, actualmente en proceso de extradición desde Australia.

?Nadie nace con experiencia. Además, jamás operé Cremi ni un solo instante. Somos unos grupos afortunados que han hecho ese ?paso de la muerte? de empresa familiar a una administración institucional. Lo hicimos a finales de los 80 y costó mucho trabajo?, recuerda.

De Cabal Peniche, recuerda la operación de venta: ?En un momento fuimos socios. El señor me compró el banco en representación de 3 mil accionistas, según decía. Yo también era apoderado de un buen grupo de accionistas?.

Cremi fue intervenido por la CNBV y vendido al BBV.

Minsa: privatización exitosa

La gestión de Gómez Flores al frente de Minsa, segunda productora de harina de maíz de México y Estados Unidos, es un ejemplo de su estrategia de crecimiento, basada en la adquisición de empresas públicas durante el sexenio salinista. Minsa inició sus operaciones en 1993, cuando Gómez Flores adquirió cinco plantas de procesamiento de harina de maíz procedentes de Conasupo, el ?holding? estatal de abastecimiento popular de productos alimenticios.

Desde entonces, la cuota de mercado de la empresa ha dado un salto, desde 9 por ciento de sus inicios a 28 por ciento . Es propietaria de seis plantas de harina de maíz en México, una planta en Guatemala y dos en Estados Unidos, donde tiene una cuota de mercado de 8 por ciento , según información de la empresa disponible en la BMV.

?Estamos transformando toda la cadena del sector primario hasta el consumo?, declara Gómez Flores. Minsa pertenece a la controladora Promotora Empresarial Occidente, presidida por Gómez Flores, junto con Almacenadora Centro Occidente (ACO), comprada en 1998 al Estado, y Finco, especializada en la comercialización de granos. Minsa, no obstante, atraviesa un momento difícil. En el cuarto trimestre de 1999 reportó una pérdida neta consolidada de 13.4 millones de dólares, contra una utilidad de 38.9 millones de dólares para el mismo periodo del año anterior.

La experiencia empresarial al Senado

Con su aventura política aspira a llevar al Senado su conocimiento de ?los problemas cotidianos que tienen tanto con los poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial como con los gobiernos federal, estatal o municipal, quienes intentan generar riqueza y repartirla.

Sus problemas con el estado tienen su primer episodio en los años 1976 y 1977, cuando se endeudó para ampliar el negocio paterno de lavadoras. ?Nos engañó el gobierno en todos los sentidos al ofrecernos incentivos fiscales por inversión, créditos blandos y seguro social?. Motivados por los alicientes para transformar una empresa ?de palos viejos? heredada, obtuvieron un crédito que les obligó a ?discurrir cosas inimaginables? para pagarlo. Tras 30 años de militancia priísta, no culpa al Revolucionario Institucional de aquellos problemas. ?No son cosas del partido, sino del tiempo, sino de las circunstancias. Lo que veo en este nuevo siglo, nuevo PRI y nuevo país es la posibilidad de cambiar todo esto?. La proximidad de su proyecto con el de su rival Partido Acción Nacional no es malo. ?Tenemos que coincidir, por lo menos, en lo fundamental en este país; no podemos seguir todos contra todos.?

En un país donde ?la locomotora del desarrollo ha pasado del estado a los particulares?, considera imprescindibles la reactivación del crédito y la implantación de una reforma fiscal integral que limite a ?cuatro o cinco? el número de impuestos.

?No puede ser que la recaudación fiscal sea sólo de 10 por ciento del PIB?, explica.

El sexenio de Salinas

Gómez Flores es tajante cuando se le pregunta por su imagen de ?hombre de un sexenio?, que surge ante las licitaciones públicas que ganó en la desincorporación de empresas públicas, algunas sin tener experiencia. ?A toda la gente que tiene éxito, en este país, siempre se les quiere engarzar algo de este tipo.? Desmiente rotundamente a quienes lo consideran una persona cercana al jefe de la ex Oficina del presidente de entonces, José Córdoba Montoya.

?Tuve, cuando fui funcionario, relaciones institucionales, absolutamente ninguna relación personal y todo lo demás es pura mentira y puro mito?, aseveró.

Su recuerdo del presidente Salinas de Gortari es positivo. ?Salinas tuvo varios aciertos, y al parecer alguno que otro error... aunque yo aún no sé cuál sea?.

(Con información de Isela Carolina Quezada)