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TIJUANA, BC.— Nunca acusado oficialmente por lavado de dinero ni por defraudación fiscal, Jorge Hank Rhon sentó aquí, desde 1985, las bases de su ahora emporio económico y político.

Desde esta frontera, el empresario mexiquense controla y opera casas de apuestas en México y en otros 15 países de América Latina y Europa, además del club de fútbol profesional Xoloitzcuintles de Tijuana, que dirige su hijo Jorge Alberto Hank Inzunza.

Polémico por sus gustos, lujos y placeres, el heredero del extinto político Carlos Hank González, uno de los fundadores del Grupo Atlacomulco, hasta ahora sólo ha enfrentado dos cargos penales en México: contrabando y, en este momento, acopio de armas.

Señalado desde hace 23 años como presunto autor intelectual del asesinato del periodista Héctor Félix Miranda, El Gato Félix, no se le probó relación hasta hoy con el crimen. Tres de sus escoltas, uno de ellos asesinado posteriormente, fueron procesados y encontrados culpables de la muerte del columnista.

Su polémica historia también tiene el antecedente de la prohibición de entrar a Estados Unidos desde enero de 2007, cuando un agente migratorio de ese país le retiró la visa láser luego de que se le había negado el permiso Sentri de cruce rápido.

Las sospechas e investigaciones sobre lavado de dinero y crimen organizado que sobre él pesaban surgieron en el escáner del guardia migratorio y Hank tuvo que retirarse de la línea porque le cancelaron el documento de cruce. A su esposa e hijos no se les ha negado el permiso para viajar.

En 1985, Hank Rhon llegó a esta ciudad donde asumió la dirección del Hipódromo Caliente y luego convirtió las instalaciones en galgódromo y paralelamente inició la apertura de los espacios para apuestas llamados Books que tienen presencia en casi todo el país y diversas partes del mundo.

Su vida pública y privada fueron blanco de comentarios, entre éstos, del periodista El Gato Félix Miranda, codirector del semanario Zeta, quien fue asesinado en 1988 por Antonio Vera Palestina, jefe de escoltas de Hank Rhon.

Aunque el dueño del Grupo Caliente fue señalado como autor de este crimen, fue exonerado y el encargado de su seguridad quedó en la cárcel.

Al poco tiempo el hijo de Antonio Vera, Jorge Vera Ayala, de quien desde el sábado pasado se desconoce su paradero, asumió la misma responsabilidad que tenía su padre como jefe de escoltas del empresario mexiquense.

Mientras crecía el emporio e vio envuelto en nuevas acusaciones, ahora por el homicidio del periodista del mismo semanario Zeta, Francisco Javier Ortiz Franco.

La acusación tampoco le preocupó y a los cuestionamientos constantes siempre respondió que las investigaciones no lo inculparon.

En los terrenos del Hipódromo Caliente, que abarcan cinco mil metros cuadrados, Hank Rhon ha mantenido un zoológico con animales exóticos como tigres blancos y caballos pura sangre.

Ahí, renovó el Casino Caliente. Hace menos de un año inauguró el Estadio Caliente —casa del equipo de futbol Xoloitzcuintles de Tijuana—, un club hípico, una escuela de fútbol y el Colegio Alemán Cuauhtémoc Hank.

Su esposa, María Elvia Amaya, rechazó que las empresas del Grupo Caliente estén bajo sospecha, pues afirmó que frecuentemente son auditadas y vigiladas por la Secretaría de Gobernación, encargada de otorgar y renovar permisos para las casas de apuesta.

Rechazó que puedan acusarlo de delincuencia organizada “la Secretaría de Gobernación sabe muy bien quién es quién, saben todos sus pasos”.