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La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, descartó que la renuncia del embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, represente algún costo político para el país, ya que los vínculos entre las dos naciones son sólidos, hay diálogo permanente al más alto nivel como el que existe entre los presidentes, por lo que la relación institucional continua.

Cuando se le preguntó si la relación entre el presidente Felipe Calderón y el ex embajador se volvió insostenible y eso lo orilló a presentar su dimisión. La canciller evadió la respuesta y sólo indicó que no le corresponde al gobierno de México pronunciarse sobre una decisión personal. “Los canales de comunicación con el gobierno norteamericano son múltiples”, como el contacto que se mantiene con los funcionarios de la embajada.

Sobre el sucesor del embajador, la secretaria Espinosa señaló: “No hemos tenido todavía ninguna propuesta, la designación de enviados diplomáticos sigue un cierto protocolo que implica mantener de manera confidencial la información, pero sí les puedo decir que no hemos recibido ninguna propuesta. Es una designación del gobierno de Estados Unidos y no nos pronunciaríamos al respecto”.

Sobre cómo queda la relación bilateral tras la renuncia, si hay costos políticos y cuáles serían, dijo que “para una relación tan importante, tan amplia, que incide en la vida diaria en tantos millones de personas, de millones de mexicanos tanto en México como en Estados Unidos, lo más importante, el énfasis, hay que ponerlo en una relación institucional”.

Múltiple comunicación

“Por las características de la relación, los canales de comunicación son múltiples a nivel gubernamental, de gobierno federal, de los gobiernos estatales y locales y de la sociedad en su conjunto, así que yo subrayaría que estos vínculos institucionales son sólidos, fuertes, reflejan la importancia que para ambos gobiernos tiene la relación bilateral y, por lo tanto, vamos a seguir trabajando en estos temas”.

Ante el hecho de que Pascual argumentó al presentar su renuncia que lo hizo “para evitar asuntos planteados por el presidente Calderón”, que podrían distraer la atención sobre los temas importantes de la relación bilateral, se le preguntó si su relación con el Ejecutivo se volvió insostenible.

Espinosa dijo: “Yo reiteraría que se trata de una relación institucional en donde hay múltiples canales, hablamos del diálogo que tengo con la secretaria de Estado Hillary Clinton, entre los dos presidentes, también hay una serie de mecanismos establecidos donde las contrapartes en México tienen una relación diaria de trabajo permanente, también con los funcionarios de la embajada, yo le insistiría que tenemos todos estos canales establecidos fuertes, sólidos y sobre esta base estamos avanzando”.

Destacó que en el comunicado en el que Clinton anunció que se aceptó la renuncia de Pascual, “también hay un énfasis en el interés del gobierno de Estados Unidos de seguir trabajando de manera decidida, conjunta con México para enfrentar los múltiples retos que tenemos los dos países”.

En Nueva York, el embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, aseguró que la relación bilateral se mantiene fuerte.

“En una relación tan compleja como ésta, siempre habrá desafíos y siempre habrá algo de ruido en el sistema. Y ahora estamos atravesando un periodo donde hay un poco de ruido. Pero a pesar de ello, diré lo que los presidentes de Estados Unidos dicen cuando van al capitolio para el discurso sobre el estado de la Unión cada enero: el estado de la relación entre México y Estados Unidos es fuerte”, dijo Sarukhán.

“El desafío que enfrentamos es cómo blindamos la relación para evitar que esto la contamine”, expuso el diplomático.