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El plazo venció y los grupos internos del PRD no lograron el consenso prometido para nombrar a su nuevo presidente nacional sin que se presenten divisiones, fracturas y confrontaciones que los afecten electoralmente.

Este sábado, el Consejo Nacional del PRD tendrá un primer intento para elegir a la dirigencia que sustituirá a Jesús Ortega y Hortensia Aragón, de entre tres aspirantes que a su vez representan a los grupos con más poder.

Ante la falta de consensos, el llamado G-8 que integran las corrientes leales a Andrés Manuel López Obrador ratificó la candidatura de Dolores Padierna; el bloque de Nueva Izquierda que lidera Jesús Ortega hizo lo mismo con Jesús Zambrano, y anoche, Armando Ríos Piter formalizó su candidatura arropado por el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.

Ríos Piter y el secretario general del PRD-DF, Jesús Valencia, oficializaron su propuesta para contender por la presidencia y la secretaría general.

Arropados por Hortensia Aragón, todavía secretaria general del partido, la dupla definió su fórmula como la que pretende “luchar por un espacio generacional” con visión progresista.

Aunque no aceptaron abiertamente que son la propuesta del jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard, Ríos Piter admitió que es parte de un trabajo importante que se ha hecho con ellos.

Anoche Ebrard escribió en twitter: “Al PRD le urge renovarse y dejar el pleito interno, por eso como consejero votaré por Armando Ríos Piter.

Buscarán el voto de los jóvenes

Jesús Valencia, consejero político nacional —operador muy cercano a Ebrard Casaubond— aseguró que cuentan con el número de votos necesarios para alcanzar el registro este sábado ante el pleno perredista.

Dijo que buscarán el voto de 15 millones de jóvenes entre 18 y 30 años, que “es el sector más abandonado, el más olvidado por la izquierda”.

La orden del día del Consejo Nacional contempla cinco puntos, entre ellos, la elección de la presidencia y secretaría general del partido y la toma de protesta, elección de la Comisión Política Nacional, del secretariado nacional y de los órganos autónomos.

El grupo opositor a Ortega Martínez acusó que se retiró sin aviso el punto donde se debatiría la línea política y las alianzas con el PAN.

Además del registro de los tres punteros, puede ser que entren a la contienda Hortensia Aragón por Foro Nuevo Sol, Juan Guerra por Alternativa Democrática Nacional, Martha Dalia Gastélum por Izquierda Renovadora en Movimiento y el independiente Alfonso Sánchez Anaya, lo que evidenciaría la falta de acuerdos.

Cuauhtémoc Cárdenas dijo esperar una buena solución en la renovación de la dirigencia nacional perredista, a fin de unificarlo. “Hay muchos compañeros con merecimientos y capacidad para dirigir al partido, ojalá la decisión sea una que unifique voluntades y que lo haga hacía adelante”.

Aclaró que aún con confrontación interna, el “PRD tiene vida para más que esta elección”.

En el ir y venir de las negociaciones, el G-8 confirmó su apoyo a Padierna, pero abrieron la puerta para negociar la dirigencia nacional sólo si se cancelan por estatuto las alianzas con el PAN, se da marcha atrás a la consulta del 27 de marzo en el Estado de México y se empuja la candidatura de Alejandro Encinas Rodríguez.

Por la buena o por la mala

Padierna dijo que los consejeros nacionales perredistas están entre dos posiciones ideológicas “que se han polarizado desde los momentos posteriores al fraude de 2006. Una posición que desde entonces tornó la decisión de tener diálogo con Felipe Calderón y negociaciones con su partido y otra posición que plantea relanzar al partido hacia afuera en unidad con todas las fuerzas progresistas para posicionar un proyecto alternativo de izquierda con el cual disputar la nación.

Jesús Zambrano ratificó que se cumplirán los compromisos ya adquiridos para analizar la conveniencia de una alianza en el Estado de México.

Las confrontaciones en el PRD son de tal magnitud en el partido, que anoche Padierna Luna amenazó: “Si no ganamos a la buena estamos preparados para ganar a la mala”.