La Familia obliga a músicos a lavar: PGR
REVISIÓN. Militares realizan operativos en Morelia y municipios de Michoacán, tras los narcobloqueos con vehículos incendiados. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
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Las fiestas son algunas de las predilecciones de los jefes de La Familia Michoacana. Pero su afición por los palenques, las ferias o los bailes populares o bien la promoción de grupos musicales, tanto en México como en Estados Unidos, no es gratuita. Es el mecanismo ideal, según una investigación de la Procuraduría General de la República (PGR), para lavar dinero o recibir los pagos por la venta y envío de droga hacia EU.
El sistema que diseñó La Familia Michoacana para lavar dinero incluyó una serie de levantones de grupos musicales para exigirles pagar “cuotas”, pero además para obligarlos a trabajar en cualquier sitio de Michoacán o de México, así como en EU o donde el grupo criminal decidiera. En cada población, región o municipio, también se apoderaron del control de las fiestas regionales, palenques y bailes que organizan en pueblos michoacanos y sus alrededores.
Igualmente, contaban con una serie de centros nocturnos donde organizaban bailes a lo largo de Michoacán y en Estados Unidos, además de empresas de servicios, lotes de vehículos y tiendas de abasto, con las que completaban el lavado de dinero, de acuerdo con la investigación contenida en el expediente PGR/SIEDO/UEIDCS/018/2010 al que tuvo acceso EL UNIVERSAL.
La forma de operar era simple, según el testigo colaborador Emilio, ya que “si el grupo musical cobraba 50 mil dólares por tocada en Estados Unidos, Juan Reza Sánchez, Juanito, hace un contrato de medio millón de dólares por cada vez que tocaba y así el grupo musical contratado se trae el dinero ya deducido de impuestos, cualquier cantidad que sea, para que llegue sin ningún problema a Michoacán”.
Entre los grupos que fueron levantados para obligarlos a servir a La Familia Michoacana y posteriormente promocionarlos se encuentran Los Zafiros, Los Hermanos Salgado, Los Hermanos Gil, La Dinastía de Tuzantla, Trini y su Leyenda y Alex Ortuño, entre otros más.
Los contactos que tiene La Familia Michoacana en Estados Unidos han permitido que los jefes de ese grupo criminal tengan sus salones donde se organizan bailes con las bandas que promociona el grupo delincuencial. Por ejemplo, en Austin, Texas, el extinto Nazario Moreno, El Chayo, era propietario de un salón de este tipo llamado El Centenario. En otras partes de EU también existen otros sitios similares, como en Atlanta, posteriormente la mandaba hacia Atlanta, el Padrinos Night Club, según esa investigación.
Pero no fue suficiente para La Familia Michoacana y por eso decidieron entrar a organizar ferias y palenques —Servando Gómez Martínez, La Tuta, es un fanático de los gallos, las apuestas y en general de los palenques y casi fue detenido en uno—, por lo que incluso han recurrido a la contratación de grandes figuras. “Las contrataciones de artistas de prestigio nacional como Vicente Fernández, Nigga, Montez de Durango, se hizo sin que éstos supieran por quienes eran contratados”, explicó el testigo protegido Emilio.
No importaba si los eventos llegaban o no a su total capacidad, pues como quiera la labor de ellos era justificar ante Hacienda que habían ganado mucho dinero; y así las ganancias de La Familia Michoacana por la venta de droga, extorsiones, secuestros, en una gran parte iban destinadas hacia Juanito, y otro hombre conocido como El Alacrán, según el testigo.
La investigación de la PGR, respaldada por información de la SSP federal, puso en evidencia cómo la organización criminal simuló por años, ingresos millonarios que obtenían por la venta de protección, extorsiones, secuestros y el envío de cargamentos de droga hacía EU.
Repliego a zonas rurales
Según la SSP, desde El Michoacanazo la banda criminal se vio disminuida y se replegó a zonas rurales y particularmente en zonas serranas. Transfirió el mando de Morelia a Apatzingán y Lázaro Cárdenas, pues perdieron la protección institucional y la interacción con políticos.
La SSP detalló que parte del dinero que lava La Familia Michoacana proviene de los “cobros de cuotas”. En el ramo minero deben pagar 1.5 dólares por tonelada de fierro vendido; ganaderos entregan 1 dólar por cada kilo de carne en venta; tienen cuotas de 30% sobre préstamos, más 30% al moroso.
“Cobran 30% en recuperación de terrenos; también se dedican a la adjudicación de bienes inmuebles, pues se apropian de los bienes de morosos que deben por concepto de drogas; a agricultores e intermediarios les cobran un porcentaje por cada tonelada de aguacate, limón u otros productos que venden”.