Gustavo Gálvez Reyes, abogado del presunto operador financiero del cártel de Tijuana, Jesús "Chuy" Labra Avilés, fue ejecutado a golpes y asfixiado, según revela el dictamen del Servicio Médico Forense (Semefo), donde su hermana Laura Leticia lo identificó, luego de que su cadáver fue descubierto el miércoles pasado en una colonia de la delegación Alvaro Obregón. El litigante viajó al Distrito Federal el 12 de marzo, tras la detención de su cliente en Tijuana, Baja California, en un operativo realizado por agentes judiciales, que el victimado calificó de irregular. Desde el martes se notó su desaparición, despúes de que se entrevistó con Labra, en la casa de Tlalpan donde el tío de los hermanos Arellano Félix está arraigado por la Procuraduría General de la República (PGR). El cuerpo de Gálvez Reyes, de 32 años, fue hallado "encobijado" frente al número 33 de la calle Giovanni Serrato, en la colonia Alfonso XIII.

El dictamen del Semefo revela que el abogado fue golpeado severamente, pues tenía traumatismos en la cabeza y costillas, así como una contusión en el hígado; también como causa de la muerte, se determinó la asfixia ?por confinamiento?, por la bolsa que le colocaron sus victimarios en la cabeza. No existen rastros de alcohol o drogas en la víctima.

Labra Avilés será interrogado por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), sobre posibles pistas que pudiera ofrecer para ubicar a los homicidas de su representante legal. El asesinato de Gálvez Reyes, quien era esposo de una hija del narcotraficante Jesús Contreras Subías, es considerado un ?terrorífico mensaje? por sus colegas de Tijuana.

Aún más cuando en esa ciudad trascendió se rumoró que su hermana Laura Leticia trabajaba para la PGR, en la Fiscalía Especializada de Atención para Delitos Contra la Salud (FEADS) en Tijuana, aunque esta versión fue negada en la dependencia.

No obstante, EL UNIVERSAL fue informado de que la hermana del abogado ha trabajado los últimos siete años para la PGR y que su primera comisión fue en el aeropuerto internacional "Abelardo L. Rodríguez".

Por su parte, Gálvez Reyes era parte del equipo jurídico de Labra Avilés, para quien empezó a trabajar públicamente en 1996, era la "cabeza visible" de un grupo de abogados que llevaba su defensa, que incluía el despacho en la ciudad de México de Eugenio Zafra, el hombre que logró la liberación (en 1994) de los señores Vicente y Rodolfo Mayoral, acusados de haber participado en el complot que costó la vida a Luis Donaldo Colosio Murrieta.