Chabelo, amigo de todos los diputados
fidel.samaniego@eluniversal.com.mx Beatriz Paredes lo besó, lo abrazó. César Nava buscó saludarlo y lo logró. Lo miró con admiración. El pleno le brindó un aplauso. Todo por y para Chabelo, vestido con pantalón corto. Más de 200 fotografías fueron tomadas. Legisladores de los diversos partidos se acercaron al que fue su ídolo. Pero cuando Chabelo se fue del Palacio Legislativo, continuó la lucha política, las muestras de lo que sí se debe hacer y no se debe hacer, las catafixias de intereses, votos, propuestas de modificaciones de dictámenes. Así, cuando parecía que el nuevo reglamento de la Cámara de Diputados estaba a punto de nacer, se presentaron amenazas de aborto. Los cabilderos mantuvieron sus presiones ante la intención de regular sus actividades. Pero hubo más obstáculos, los que pusieron legisladores de diversas fracciones a quienes no gustaba del proyecto la parte que les prohíbe dedicarse al ejercicio de su profesión o a otras actividades lucrativas mientras formen parte del Poder Legislativo. Pero no era todo. La panista Josefina Vázquez Mota fue de un lado a otro, habló con Francisco Rojas, Alejandro Encinas, Emilio Chuayffet. El coordinador del PRI también dialogó con su homólogo del PRD, y con Porfirio Muñoz Ledo. Los panistas intentaban evitar que se tratara en la sesión el dictamen de la cuenta pública que desaprueba el primer año de gestión financiera del gobierno de Felipe Calderón. Ya desde temprano, en la reunión plenaria de los priístas, se advirtió que el PAN y varios diputados perredistas estarían aliados para votar contra el dictamen. Se mencionó que representantes de la Secretaría de Hacienda negociaron con legisladores de la corriente que encabeza Jesús Ortega y los convencieron, también a los del PVEM. Héctor Pablo Ramírez cuestionó la alianza de su partido con los verdes, dijo que si para eso servía. Más tarde, se debatió y fuerte, con intercambio de descalificaciones a la cuenta pública. A la bancada del PRI se unieron legisladores de los leales a Andrés Manuel López Obrador. También los verdes. De la fracción del PRD se dividieron, unos con aquellos, otros con el blanquiazul. Fueron estos quienes perdieron finalmente. Todos los diputados recibieron bolsas con charritos, papas, chicharrones, comida chatarra pura. Lejos estaba el momento en el que los priístas oaxaqueños gritaron: “¡miren, Chabelo y Pinocho juntos!” y César Nava lo miraba con admiración...





