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Antonio Mazzitelli , representante regional de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito afirmó que los Estados deben garantizar la protección de la información personal de los ciudadanos, aunque reconoció que existe la posibilidad de que las bases de datos sean vulneradas.

Consultado sobre la venta de datos personales de los mexicanos en Tepito, de acuerdo con una investigación que publicó ayer EL UNIVERSAL, comentó que las organizaciones criminales utilizan su capacidad financiera para tener acceso a las nuevas tecnologías, a especialistas y asesores “para seguir desarrollando sus intereses criminales”.

“De un lado hay la absoluta necesidad de tener este tipo de registros, y, al mismo tiempo, dar seguridad suficiente a esa información. La protección de la privacía del individuo es un asunto fundamental”, dijo en entrevista tras participar en un coloquio sobre la trata de personas en la Universidad Iberoamericana.

Mazzitelli explicó que existen diferentes niveles de seguridad para proteger las bases de datos que las dependencias gubernamentales tienen bajo resguardo, y consideró que el desarrollo de mejores tecnologías generará una protección más elevada.

Marco Antonio Navarro, director ejecutivo de la iniciativa Navega Seguro en Internet de Microsoft, consideró urgente mejorar los controles que existen actualmente sobre las bases de datos personales en las dependencias oficiales, y que la iniciativa presentada en el Congreso sobre este tema ya es un avance en este sentido.

En su opinión, esas bases de datos podrían protegerse con un esquema similar al protocolo de la Ley Sarbanes Oxley que se aplica a las empresas públicas para prevenir fraudes.

Este sistema registra, con fecha, hora y usuario, cualquier consulta que se realiza a una base de datos connfidencial, también incluye auditorías periódicasa la base para evitar fugas o un mal uso de la información .

Navarro afirmó que la protección de los datos personales debe darse en tres niveles; primero por los mismos ciudadanos, que deben tomar conciencia de no poner en riesgo su información; por parte del Estado y por ultimo, de las empresas privadas.