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Ante el número de periodistas asesinados en México, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que realicen acciones efectivas que garanticen el ejercicio periodístico y esclarezcan los crímenes.

Con la muerte del periodista José Luis Romero, reportero del noticiario radiofónico Línea Directa, en Los Mochis, Sinaloa, la CNDH informó que se elevó a 59, la lista de comunicadores asesinados.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos lamentó y deploró ese crimen, y pidió una vez más a las autoridades que asuman a plenitud su responsabilidad de respetar y hacer respetar el derecho a la libertad de expresión. Exigió dar con los responsables del asesinato del reportero y llevarlos ante la justicia.

El organismo recordó que a través de su Quinta Visitaduría General, la CNDH investigaba desde el pasado 30 de diciembre el homicidio de José Luis Romero. Durante este proceso, explicó la comisión, entrevistó a funcionarios de la procuraduría local, directivos de la estación radiofónica donde trabajaba y a familiares del comunicador asesinado.

De 2000 a la fecha, indicó el organismo nacional, se tienen registradas 59 muertes, ocho desapariciones de comunicadores y siete atentados con explosivos a instalaciones de medios de comunicación.

Investigación en curso

La CNDH mencionó que da seguimiento a casos recientes como el homicidio de Alberto Velázquez, del periódico Expresiones de Tulum, en Quintana Roo, y la presunta violación a la libertad de expresión mediante citatorio de la Procuraduría General del estado de Guerrero al director general del periódico El Sur, Juan Angulo Osorio.

Pidió a los medios de comunicación para que junto con este organismo den a conocer acciones tendentes a prevenir y evitar las agresiones contra periodistas así como para que se haga justicia y no queden en la impunidad los homicidios y agravios en contra de comunicadores.

En México, reconoció la CNDH, cada vez son más los periodistas que en el ejercicio de su profesión son víctimas de amenazas, intimidaciones, persecuciones, atentados y desapariciones forzadas. En un comunicado, la comisión de derechos humanos reiteró que no hay justificación alguna para que se pretenda limitar el trabajo de los periodistas.