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WASHINGTON.— El Departamento de Justicia de EU puso ayer al descubierto una red de corrupción entre la subsidiaria de una empresa suiza, con sede en Texas, y funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en México, que se remonta a 1997 y que permitió que ambas partes se beneficiaran de pactar contratos sin licitación alguna y a cambio de jugosos sobornos.

La punta del iceberg de esta trama de corrupción se conoció ayer tras la detención del ex gerente de la subsidiaria suiza, John Joseph O’Shea, de 57 años, quien ha sido acusado de conspiración, violación de una ley anticorrupción, lavado internacional de dinero y falsificación de registros, según el Departamento de Justicia.

A pesar de que el nombre de la empresa que sobornó a funcionarios mexicanos por mediación de Joseph O’Shea no aparece en el encausamiento, numerosos reportes de negocios y de prensa vinculan a este empresario de origen californiano con la multinacional suiza ABB que, al parecer, se habría visto en la obligación de colaborar desde 2004 en la investigación que vincula a O’Shea con el mexicano Fernando Maya Basurto, quien fue su representante en el DF en el esquema de sobornos a funcionarios de la CFE.

Maya Basurto, de 47 años, fue arrestado desde abril, en Dallas, Texas, y se declaró culpable apenas la semana pasada, poco antes de que se produjera el arresto de su socio, Joseph O’Shea.

Maya Basurto es un testigo clave de las autoridades judiciales en Estados Unidos para desentrañar una maraña de intereses y corruptelas creados con los millonarios fondos de la empresa paraestatal mexicana.

Versión de inculpado

En su declaración, Maya Basurto reconoció que “conspiró con otros para hacer pagos corruptos a funcionarios de la CFE, ayudó a blanquear el dinero de los sobornos e intentó obstaculizar las investigaciones del Departamento de Justicia”.

Según el encausamiento, Joseph O’Shea y Maya Basurto crearon un esquema para destinar 10% del valor de los contratos firmados con la CFE a sobornar a un indeterminado número de funcionarios mexicanos.

En 2004, cuando se firmó uno de los más jugosos acuerdos, O’Shea y Maya canalizaron cientos de miles de dólares a distintas cuentas bancarias de cuatro funcionarios mexicanos de la CFE. Uno de los pagos fue a parar a una escuela militar en EU, para sufragar la colegiatura de un hijo de un funcionario de la CFE.

La empresa subsidiaria de ABB en Texas mantenía contratos con la CFE desde 1997 para mejorar la red eléctrica. En ese año, ambas empresas firmaron un contrato denominado SITRACEN, que generó más de 44 millones de dólares. En 2003 signaron otro que se tradujo en un pago de sobornos por 900 mil millones de dólares.

Por estos hechos, la CFE informó que presentará una denuncia contra quien resulte responsable ante la Procuraduría General de la República (PGR) y solicitó hacer del conocimiento a la Secretaría de la Función Pública (SFP) para los efectos conducentes.