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Anomalías y errores causaron el accidente, concluye comité

José Gerardo Mejía y Jorge López| El Universal
Miércoles 04 de noviembre de 2009

jose.mejia@eluniversal.com.mxjorge.lopez@eluniversal.com.mx

Una serie de errores cometidos por los pilotos que tripulaban el Learjet 45 y el controlador de vuelos pudieron ser las causas del desplome del avión en el que murieron el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y el ex fiscal antidrogas, José Luis Santiago Vasconcelos.

Gilberto López Meyer, coordinador del Comité de investigación sobre el accidente aéreo del 4 de noviembre de 2008, precisó que deficiencias en la capacitación de pilotos y controlador aéreo formaron un cuadro de errores que llevaron al avión a maniobras fatales.

Explicó en conferencia de prensa, que encabezó el secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, que el Learjet 45 XE-VNC se acercó más de lo debido a un Boeing 767 de Mexicana que le antecedía en la aproximación al aeropuerto de la ciudad de México y la turbulencia de estela lo atrapó, lo que hizo que los pilotos perdieran el control de la nave.

Según la investigación, el avión en que viajan los funcionarios federales y sus colaboradores se encontraba a 3.8 millas náuticas y no a 5.0, como indican las reglas de aviación, determinó la Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes de Aviación.

La comisión dijo en su reporte final que a un año de la caída del avión de Mouriño, detectó “otorgamiento de capacidades de vuelo con problemas administrativos y probable corrupción.

“Hubo falta de capacitación adecuada de la tripulación en el Learjet 45, demora de la tripulación de vuelo en la reducción de la velocidad, falta de control de tránsito aéreo en corregir el acercamiento excesivo de aeronaves.

“También hubo insuficiente supervisión del operador de la aeronave con problemas administrativos y probable corrupción”, indicó Héctor González Weeks, integrante de la comisión.

En su informe, la comisión estableció que Álvaro Sánchez y Jiménez, copiloto, y Martín de Jesús Oliva Pérez, piloto, tenían probada experiencia profesional, pero “se encontraron diversas deficiencias e irregularidades en sus expedientes relacionados con los entrenamientos obligatorios para la obtención de sus certificados de capacidad para operar aviones del tipo Learjet 45.

“Se escucha cierta falta de familiaridad de los pilotos respecto al funcionamiento de algunos sistemas de navegación o a la técnica de vuelo de la aeronave, que recibió la instrucción de reducir su velocidad, instrucción que fue acatada con demora”, apuntó Héctor González Weeks.

Sobre el controlador de vuelo que tuvo contacto con la nave, “había trabajado durante los últimos 17 días un total de 77.5 horas de tiempo extra en adición a su jornada laboral ordinaria.

“Además, apenas dos días antes, había salido de una incapacidad médica que lo mantuvo sin laborar dos días por una gastroenteritis infecciosa. Este controlador había estado trabajado entre 70 y 80 horas de tiempo extra al mes, en los meses anteriores al accidente”, destacó el coordinador.

Molinar comentó que el informe llegará a las autoridades pertinentes, para que continúen las investigaciones administrativas y penales que se han iniciado al respecto, en especial a la Procuraduría General de la República y a la Secretaría de la Función Pública.

 



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