En el equipo de gobierno del presidente Felipe Calderón y en el Banco de México hay funcionarios públicos cuyos nombres aparecen en los expedientes de la fuga en 2001 del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, líder del cártel de Sinaloa.

De acuerdo con los documentos, de los que da cuenta la revista electrónica Reporte Índigo, dichos funcionarios dirigían en ese año las instituciones responsables de prevenir e impedir la huida de quien entonces carecía de liderazgo y hoy aparece en la lista de millonarios de Forbes.

Algunos de esos funcionarios, como Jorge Tello Peón, el último que vio a El Chapo en Puente Grande el día de su fuga, hoy ocupan puestos estratégicos para la seguridad nacional, establece la publicación.

Señala que los documentos con el expediente de la causa penal número 16/2001-III evidencian la participación de funcionarios de los sexenios de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, de los cuales algunos están activos actualmente con cargos en el gobierno federal.

Se trata de Jorge Tello Peón, titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en 1999, quien fue subsecretario de Seguridad Pública a finales del sexenio de Zedillo y principios del gobierno de Fox. Desde el 19 de octubre de 2008 es el asesor del presidente Felipe Calderón en seguridad nacional.

Además de él cita a Enrique Pérez Rodríguez, director adjunto de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación a fines del gobierno zedillista y titular del área (dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública) a inicios de la administración de Fox. Actualmente es delegado del ISSSTE en Veracruz.

Alejandro Alegre Rabiela también es mencionado. Fue director del Cisen en los últimos meses del sexenio de Zedillo. Hoy es director de Seguridad del Banco de México.

Reporte Índigo cita testimonios contenidos en las declaraciones ministeriales rendidas por los testigos de la fuga de Guzmán Loera, los cuales indican que estos funcionarios supieron con anticipación que El Chapo tenía el control del penal de Puente Grande a través de redes de corrupción pero, lejos de combatirla, no emprendieron acción alguna para impedirla y nunca fueron sancionados por ello.

El 19 de enero de 2001, Joaquín Guzmán Loera, de 43 años, originario del poblado La Tuna, en Badiraguato, Sinaloa, se fugó del penal de de Puente Grande, Jalisco.