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Integrantes de la organización delictiva La Familia, que opera principalmente en Michoacán, se encuentran en instalaciones de la Subprocuraduría de Investigaciones Especializadas en Delincuencia Organizada (SIEDO), donde ayer iniciaron declaraciones ante el Agente del Ministerio Público de la Federación.

Luego de que el lunes fueran detenidos por elementos del Ejército en la colonia Chapultepec Sur de Morelia, Michoacán los presuntos integrantes de La Familia fueron trasladados a las instalaciones de la SIEDO, donde ayer Alberto Espinoza Barrón o Alberto Espinoza Loya, La Fresa, continuaba declarando, según confirmaron fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR).

Hay hermetismo en la institución sobre si entre los detenidos se encuentra Nazario Moreno González, El Chayo, uno de los líderes de ese cártel, aunque existe la versión de que fue aprehendido.

El Ejército detuvo a 10 integrantes del cártel de La Familia en diversos cateos en Morelia, derivados de un trabajo de inteligencia que permitió ubicar tres casas de seguridad de la organización.

Los militares que realizaron los cateos y detenciones movilizaron a integrantes del grupo criminal entre los que también está Alberto Brandón Espinoza, uno de los principales sicarios de la organización criminal, y a La Fresa.

Este último es ubicado como uno de los tres dirigentes de La Familia y señalado como el que controlaba, junto con Jesús Méndez, El Chango Méndez, la distribución, transporte y operaciones de protección de La Familia en Apatzingán y el corredor de Zamora a Morelia, según datos de inteligencia militar.

Juan Andrade Martínez es considerado el tercero en importancia en la organización. Los otros dos jefes de La Familia son Nazario Moreno y El Chango Méndez.

En tanto, las unidades de inteligencia de la Defensa Nacional indagan los vínculos de Juan Andrade Martínez, con los atentados perpetrados la noche del 15 de septiembre en la plaza principal de Morelia durante la noche del grito.

Indagan si hay nexos con la ejecución de militares y el paso de armas de alto poder por Morelia y Apatzingán para abastecer a sicarios en Michoacán y en estado de México. (Con información de Francisco Gómez)