2008, el año con más plagios, reporta Rubido
julian.sanchez@eluniversal.com.mx El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Monte Alejandro Rubido García, presentó el Diagnóstico del Secuestro en México, en el que resalta que de enero de 2007 al 15 de septiembre pasado se registraron mil 106 víctimas de secuestro, de las cuales 66 han sido asesinadas y 760 liberadas; se reportan 144 asesorías concluidas y 136 vigentes. Luego de que su nombramiento fue aprobado en el seno del Consejo Nacional de Seguridad Pública y de que el presidente Felipe Calderón le tomó protesta, el funcionario, quien sustituye a Roberto Campa Cifrián al frente del SNSP, destacó que de 2001 al 15 de septiembre pasado se capturaron un total de 19 bandas y más de 900 presuntos secuestradores, de los cuales 34 eran policías y en 20 de los grupos delictivos participaron ex policías. De acuerdo con el diagnóstico, en lo que va del año las entidades federativas con el mayor número de casos de secuestros atendidos, son: Distrito Federal, con 141; estado de México, con 122; Baja California, 103; Michoacán, 39, y Guerrero, con 38. De enero de 2008 al 15 de septiembre del mismo año, el total de casos fue de 651, el mayor número desde 2002, cuando se contabilizaron 540; en 2003, 582; 2004, 523; 2005, 504; 2006, 489, y en 2007, 625. Los más secuestrados son los comerciantes, seguidos de estudiantes, empleados, empresarios, profesionistas y quienes se dedican al hogar. Por otro lado, la mayoría de los secuestradores provienen de familias disfuncionales permisivas que, en alguno de los casos, participan o conocen de las actividades delictivas de los integrantes. La edad de los delincuentes, en términos generales, es de entre los 22 y 35 años de edad. En su mayoría se dedican a oficios como choferes, comerciantes informales y en algunos casos se desempeñan en labores relacionadas con la seguridad privada, lo que les permite conocer el medio de sus víctimas. El secuestrador inicia su carrera delictiva en delitos aparentemente menores como robo a transeúntes, a casas habitación, vehículos de valores y bancarios, hasta llegar a privar de su libertad a las personas.