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Ubicado en el centro de las investigaciones en torno a las granadas que explotaran la noche del lunes en la plaza Melchor Ocampo de Morelia, durante la celebración del grito de Independencia, el grupo delictivo conocido como La Familia no ha tenido un buen año 2008.

En los ocho meses que van del presente año, el cártel ha visto obstaculizado su objetivo de extender su poderío a todo el país mediante el control inicial del trasiego de droga en el centro de la República para después ir extendiéndolo hacia el norte.

La lucha por el control de las plazas de Michoacán, Guanajuato y el estado de México ha sido encarnizada con sus enemigos naturales, los demás cárteles de la droga, tales como el de los Valencia, los Suástegui, el del Milenio y el de El Chapo Guzmán, con quienes ha intercambiado casi 300 asesinatos en los últimos 12 meses.

Recados entre bandas

El cruce de ejecuciones tiene un siniestro seguimiento mediante los recados que suelen dejarse este la organización delictiva y sus enemigos, junto a los cuerpos de los asesinados y hasta decapitados de cada bando, en los que plantean amenazas y apuntan a quienes serán sus próximas víctimas.

En 2008, no obstante, la organización originaria de Michoacán ha resentido golpes importantes con detenciones de operadores suyos ligados al narcomenudeo y al secuestro de personas, principalmente en el estado de México, en los municipios de Tultepec, Nezahualcóyotl, Temascaltepec, Ecatepec y en el de Nicolás Romero, donde apenas el pasado 2 de septiembre fue detenido Lázaro Bustos Abarca, El Indio, quien comandaba una banda de 20 personas ligadas a La Familia, y que se dedicaban al secuestro.

En enero había sido lograda, en Valle de Bravo, otra importante detención en la persona de Rey Miguel Carvajal, El Rey, quien se dedicaba a cobrar extorsiones y a ejecutar a las personas que se negaran a pagar por “protección” a su grupo delictivo.

Nuevos mercados

A pesar de que La Familia enfrentó en Michoacán el inicio de los operativos militares ordenados por el presidente de la República, Felipe Calderón, desde su toma de posesión, durante 2007, la organización delictiva expandió su área de influencia al estado de México, Querétaro, Distrito Federal y Guanajuato a través de la realización de ejecuciones, venta de protección, distribución de drogas y secuestros.

Además, la banda siembra mariguana, produce metanfetaminas en laboratorios clandestinos y se considera que mantiene el control del puerto Lázaro Cárdenas, Michoacán, y la llegada de cocaína de Colombia para enviarla a Estados Unidos.

Éste fue el año en el que La Familia más creció, pero también en el que rompió relaciones con el cártel del Golfo y con su brazo armado Los Zetas, de quienes originalmente formó parte; tales fracturas le han provocado muchas bajas.

Ahora se investiga si La Familia perpetró el lanzamiento de granadas contra la multitud reunida en Morelia, Michoacán, o si fue una venganza a de grupos rivales para “calentarle” la plaza, convocando a las fuerzas de seguridad del país y dificultar así su acción en el estado, ninguna de las cuales son buenas noticias para un grupo que parece estar cada vez más acotado.