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Crímenes del narco no llegan a su tope: PGR

Javier Cabrera Corresponsal| El Universal
Viernes 05 de septiembre de 2008

CULIACÁN, Sin.— El procurador general de la República, Eduardo Medina Mora, advirtió que la curva de los homicidios no ha llegado a su tope, puesto que la violencia tiene varios factores que la originan y la sostienen, entre otros la disputa entre las diversas organizaciones del crimen organizado.

Precisó que nadie puede festinar, en la óptica que las bajas son entre miembros de las bandas de delincuentes, puesto que una vida humana, por si sola, es valiosa.

El procurador destacó que las disputa por el mercado, rutas o por un “pastel” que cada vez les resulta más pequeño, por los efectos del combate del estado a sus actividades ilícitas, la violencia, entre los grupos del crimen organizado, causan un gran número de decesos.

Medina Mora, en conferencia, celebrada al término de su lectura de un extracto del Segundo Informe presentado por el Presidente de la República, dijo que por muchos años en Sinaloa y en el resto del país se ha visto a la delincuencia como algo normal; lo ilícito, como legítimo y lógico, por lo que se tiene que reconstruir el tejido social.

Hizo notar que en la actual administración federal las acciones implementadas contra los grupos delictivos ha permitido reducir su capacidad económica, de generación y producción de drogas, su exportación o importación, así como de sus vehículos.

En forma paulatina se mina a las organizaciones de la delincuencia organizada, con detenciones de importantes miembros, así como el aseguramiento de arsenales.

Medina Mora precisó que no se puede hablar de que ya se triunfó en este renglón, pero los logros obtenidos este año, con relación a 2007, son superiores, por lo que se mantiene como directriz el objetivo de romper con sus rutas de trasiego de drogas, manejo de recursos económicos y la captura de los principales miembros de los cárteles de las drogas.

Aceptó que el Estado no ha estado a la altura de la demandas de certidumbre tranquilidad cotidiana que realiza la ciudadanía, puesto que por varias décadas se acumuló errores y omisiones, aunque ahora se cuenta con un diagnóstico preciso.



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