Para Luis Wertman la vida quedó suspendida durante tres semanas a partir del momento en que fue informado —mientras estaba de viaje en el extranjero— que su esposa y su hijo de cuatro años habían sido secuestrados.

“Recibí la llamada de un familiar preguntándome si tenía enemigos. Después de responder que no, me indicaron que regresara lo más pronto posible. En cuanto colgué no pude hacer mi maleta. No encontraba la ropa, tampoco mis documentos, mi cartera, mis lentes, mis zapatos, a pesar de estar a la vista.

“Todo se nubló. Por algunas horas fui un inválido.

“A partir del momento del secuestro mi vida trascurría ‘en automático’; dormía porque había que hacerlo, me aseaba porque había que hacerlo, y estaba lúcido porque había que estarlo para rescatarlos, y fue a través de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y la Policía Federal Preventiva (PFP) que logramos que ambos llegaran sanos y salvos a casa, y que ahora los secuestradores estén presos con una condena de 35 años”, comenta Wert- man, consejero secretario del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal.

Años más tarde y después de haber procurado ayuda sicológica, Wertman y su esposa llegaron a la conclusión de que debían participar en la construcción de un México mejor y más seguro, “ya que las víctimas son personas inocentes, sujetas a crueles medidas de cautiverio, además del sufrimiento sicológico y moral, y por tal razón los secuestradores deben ser castigados con todo el peso de la ley”.

Para Wertman evitar los secuestros dependerá de varios factores, entre ellos voluntad política del gobierno, revisión de las leyes, la solución de los problemas económicos y, desde luego, la cooperación de la sociedad.

“Es en este ámbito donde como ciudadanos podemos hacer mucho a través de la denuncia; nuestra inconformidad debe trasformarse en acciones para mejorar el sistema de procuración de justicia”, agrega quien fuera electo en 2007, presidente del órgano mundial Young Presidents Organization, cuyo requisito para ocupar el cargo es haber sido presidente de una compañía antes de los 43 años de edad.

Wertman confirmó que con la participación de la sociedad se creará una Red de Protección Ciudadana en el DF, con lo cual el Consejo, que tenía 25 representantes, incorporará a 35 mil vigilantes ciudadanos.

“En mi caso fue a través de la policía que rescatamos a mis familiares; confié en ellos, porque si bien es cierto que la corrupción es reconocida incluso por las mismas autoridades, ésta no abarca a toda la corporación”.