Narcos matan... su pacto de paz
francisco.gomez@eluniversal.com.mx PARRAL, Chih. El nivel de violencia desatado por narcotraficantes a lo largo de los más de 22 kilómetros que separan a Parral de Villa Matamoros dejó en evidencia el fin del pacto no escrito entre los operadores del cártel de Juárez en ese lugar. Junto a la larga caravana de vehículos y camionetas de todo terreno o trokas, que la tarde del lunes pasado acompañaron a su última morada a Francisco Kiko Barrón, también quedó sepultado el acuerdo que evitó confrontaciones por años entre los grupos de narcos de la región. La intensa refriega que protagonizaron el sábado pasado dos de los grupos que rivalizan por el control del tráfico de drogas en la zona el saldo oficial de muertos es hasta ahora de seis, pero otras versiones estiman la cifra en 14 víctimas fue, en opinión de autoridades policiacas municipales de Parral, el rompimiento de la alianza creada por el extinto capo Eladio Guerra. Ahora, la invasión de rutas y zonas para el tráfico de drogas provenientes del llamado Triángulo Dorado zona serrana de Sinaloa, Durango y Chihuahua, donde se produce mariguana y amapola desató la guerra entre los cárteles de la droga que desean tener el control de todo en esta comarca, donde hasta hace algunos años la familia Pizarro, heredera de Eladio Guerra, mantuvo la hegemonía de su antecesor. El nombre de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, aparece una y otra vez como quien desea colocar en la zona sur de esta entidad, puerta de salida hacia la frontera norte de droga del Triángulo Dorado, a sus propios operadores. Esa es la opinión de la policía local, que igualmente fue sacudida con la ejecución de su subdirector, Carlos Gómez Sáenz, ocurrida a las puertas de su casa en el municipio Parral apenas el pasado 23 de marzo. La gente de Villa Matamoros estaba encabezada por el hoy extinto Kiko Barrón, quien era, según las autoridades locales, uno de los que participaban en el acuerdo que fue roto por sus ahora enemigos, provenientes de otros grupos del mismo cártel los peces grandes se están comiendo a los chicos, se comenta con sarcasmo dentro de las filas policiacas, al igual que Anastasio Tacho Puerta, cabeza visible del grupo de Parral, que igual han sufrido las acometidas por la disputa violenta de la plaza. A esta zona del estado, que el general revolucionario Francisco Villa tomó como refugio el siglo pasado, el narcotráfico la identifica como estratégica para su operación y, de acuerdo con reportes militares, en toda la región se han acondicionado narcopistas para el aterrizaje de grandes aeronaves que bajan los narcocheros, como se conoce a los rancheros dedicados al narcotráfico en esta área, controlada principalmente por el cártel de Juárez. Por ese cambio de operadores del narcotráfico que se pretende hacer en la región, la violencia se recrudeció y así se explican muertes como las del directivo de la policía municipal, una balacera en la colonia Los Lamentos, casos de encobijados y, la última, el enfrentamiento del sábado pasado en el cual murieron pistoleros de los dos bandos que se enfrentaron. De hecho, desde enero se inició la limpia de narcotraficantes locales en lo que parece ser el antecedente inmediato de la reciente ola de ejecuciones en la región donde en la década de los 80 Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos, comenzó a construir su imperio. Pura desgracia es la que se ve venir por acá, advierte un veterano policía comisionado a las oficinas de la presidencia municipal.





