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“Fuga de cerebros” cuesta a México mil 140 mdp

Nurit Martínez| El Universal
Martes 26 de febrero de 2008
Se han perdido más de 2 mil 100 científicos desde 1971, reporta el Conacyt

nurit.martinez@eluniversal.com.mx

La falta de oferta de estudios especializados y de calidad en México obliga a los jóvenes a salir del país mediante una beca; sin embargo, muchos de ellos deciden no regresar; pues el único compromiso que tienen con el gobierno mexicano es “moral”.

Aunque en los últimos cinco años la llamada “fuga de cerebros” —estudiantes becados en el extranjero por el gobierno federal que no regresan al terminar sus estudios— mantuvo su tasa del 6%, lo cierto es que al incrementar el número de becarios también aumentó el número de talentos que se quedaron a radicar en Europa y Estados Unidos, principalmente.

De acuerdo con las cifras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) desde que inició el programa de becas, en 1971, México ha perdido a más de 2 mil 100 científicos y una inversión de poco más mil 140 millones de pesos, pues de acuerdo con precios de 2004, la formación de cada uno de ellos le costó al país 225 mil pesos anuales durante un promedio de tres años.

En los primeros cuatro años del gobierno de Vicente Fox, el número de “cerebros fugados” fue de más de 670 becarios, según cifras de becas vigentes financiadas en el extranjero.

Campeche un “foco rojo”

A través del Programa Nacional de Posgrado de Calidad, el Conacyt da a conocer que de 860 programas de especialización, maestría y doctorado sólo 56 son de competencia internacional, y que existen estados como Campeche que se encuentran en “focos rojos” debido a que ninguna institución imparte estudios con certificación de calidad en el extranjero.

También establece que en entidades como Durango, Nayarit, Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Quintana Roo y Zacatecas, sólo tienen entre 1 y 4 programas de posgrado de competencia mundial.

Lo anterior es una de las razones que obliga a muchos jóvenes estudiantes a buscar un programa de estudios de calidad en el extranjero.

Entre las razones por las que los jóvenes se queden en países con mayor desarrollo que México, están los mejores salarios que les ofrecen para quedarse en instituciones, centros de investigación, hospitales, oficinas de gobierno, organizaciones no gubernamentales y empresas.

De igual manera, en la mayoría de los casos está la posibilidad de trabajar en laboratorios equipados con tecnología de punta en proyectos de investigación de vanguardia mundial.

El único compromiso que tienen todos esos jóvenes, futuros científicos, para regresar a México después de la inversión pública que se hace en ello es el “moral”.

El Reglamento de Becas del Conacyt vigente no especifica ninguna cláusula que los obligue a retornar tras obtener un título de posgrado.

Sólo se les pide dedicar tiempo completo a las actividades relacionadas con el programa de estudios para el que le fue otorgada la beca. Mantener calificaciones con un promedio mínimo de ocho y no reprobar ninguna materia.

También realizar en tiempo y forma los trámites de autorización ante el Consejo para la modificación de las condiciones de la beca conforme al Reglamento, es decir, la entrega de reportes o la solicitud de extensión del apoyo.

Así también, informar al Conacyt cuando la obtención del grado o la acreditación de la especialidad se efectúe antes del término de la vigencia de la beca otorgada y, en caso de no cumplir, de inmediato les es suspendida la beca.

A través del Programa de Repatriación, México ha establecido un mecanismo para el regreso de los científicos al país pero sólo está dirigido a científicos consolidados.

El año pasado a este programa se le asignaron 600 millones de pesos, luego de un par de años en los que no se tuvieron recursos para el regreso de los científicos al país.

En un balance de la Dirección Adjunta de Formación y Desarrollo de Científicos y Tecnólogos, se señala que entre 1971 y 2005, se entregaron 135 mil 38 becas a estudiantes mexicanos para realizar estudios en el país o en el extranjero y que la inversión fue de casi 32 mil millones de pesos.

En los últimos cuatro años, la fuga de talentos se dio hacia países como Estados Unidos, España, Francia, Canadá, Alemania y Gran Bretaña.

El único estudio que hasta ahora ha realizado el Conacyt —a propósito de los 30 años del programa en el año 2000— se describió que las dos terceras partes de la “fuga de cerebros” mexicanos residía en EU; 26% en Europa y el resto en Canadá y otros países. La mitad de los casi cinco mil científicos que no regresaron tenían estudios de maestría y el resto, doctorado y posdoctorado.



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