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El 62% de los adolescentes mexicanos que son deportados iniciaron el consumo de drogas en Estados Unidos.

Un estudio hecho por el DIF y los Centros de Integración Juvenil (CIJ) en las ciudades del norte del país en Tijuana, Mexicali, Nogales y Ciudad Juárez reveló que los menores de entre 12 y 17 años de edad que no tenían ningún contacto con las drogas en México y que vivieron y trabajaron durante más de tres meses en Estados Unidos ahora consumen mariguana, cocaína, crack, metanfetaminas, éxtasis, solventes inhalantes y heroína.

Los especialistas Jorge Luis Arellanes Hernández, Ricardo Sánchez Huesca y Daniel Bogar Cielo Meléndez advirtieron que hay pocos estudios en los que se explore la situación de los migrantes que son menores de 18 años y las condiciones de salud en las que regresan a sus comunidades de origen.

Expusieron que en los lugares de donde salen, emigrar representa “un paso a la madurez”, pero no se percibe que en su trayecto hacia el norte del continente están expuestos a problemas como la explotación sexual, la pornografía, el VIH-sida, el embarazo adolescente y la desnutrición, así como el tráfico y consumo de drogas.

Indicaron que de hecho, los migrantes adolescentes han reportado que los mismos “polleros” o traficantes de personas les ofrecen drogas “para resistir las dificultades del cruce de la frontera”.

El estudio “Consumo de drogas en adolescentes migrantes captados en la frontera Noroccidental” fue hecho con 216 personas de entre 12 y 17 años que fueron asegurados por agentes migratorios en su paso hacia EU o que fueron deportados en el último año.

La exploración se dividió en dos grupos: los menores migrantes que tenían una estancia menor de tres meses en la Unión Americana (160 en total) y los repatriados que tenían más de 3 meses en ese país (56 en total).

En el primer grupo, tras ser entrevistados, se detectó que la mitad habían estudiado la primaria y la otra mitad, la secundaria. En el caso de los repatriados, 50% estudió secundaria, 27% bachillerato y 23%, la primaria; además de que 52% había estudiado el último año en Estados Unidos y 54% dijo que hablaba inglés.

En el primer segmento, 83% había partido hacia el norte en compañía de familiares y 77% de los repatriados emigró con amigos.

De los 160 menores migrantes, 6% consumió drogas y 23% de los repatriados también.

Sólo que en este último caso, 62% inició su consumo en Estados Unidos y 38% en México.

Las drogas que consumen con más frecuencia en ambos casos son la mariguana y la cocaína.