El presidente Felipe Calderón se prepara para una sesión de preguntas y respuestas, durante la ceremonia del primer Informe de Gobierno, que presentará el próximo 1 de septiembre.

De acuerdo con información de la Presidencia de la República, Calderón no esperará a que se den las modificaciones legales para que se cambie el formato de la ceremonia, el cual sólo lo obliga a entregar un informe por escrito; por el contrario, se preparará en caso de que haya un diálogo con los legisladores.

Hasta el momento no se conoce ni hay una definición sobre los temas que los legisladores pudieran plantearle a Calderón.

Sin embargo, en Los Pinos se cree que los temas que podrían ser parte de los cuestionamientos de los diputados y senadores girarán en torno de la seguridad pública, al uso de Ejército en la lucha contra la delincuencia organizada, terrorismo, finanzas nacionales, Pemex y relaciones internacionales.

Descartan en la residencia presidencial que el proceso electoral de 2006 se incluya en la agenda de los legisladores.

Según datos obtenidos por EL UNIVERSAL, en la Presidencia de la República se hace un análisis en el que se prevé que los legisladores puedan poner en marcha un mecanismo similar al que se emplea cuando los secretarios de Estado acuden a la glosa del Informe, es decir, una sesión donde se permitan preguntas y respuestas, a través de un acuerdo de la Junta de Coordinación Política (JCP) de la Cámara de Diputados.

La disposición del mandatario federal es un elemento que el gobierno ha puesto en la mesa de negociaciones para que pueda acudir a rendir su primer informe de actividades, y no ocurra lo mismo que sucedió con el ex presidente Vicente Fox, el año pasado, cuando el PRD, al tomar la tribuna de la Cámara de Diputados, no le permitió emitir un mensaje ante los legisladores.

Para las modificaciones legales, los legisladores aún analizan la posibilidad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones; sin embargo, aún no hay acuerdo para ello.

De acuerdo con los datos de la Presidencia, se dio a conocer que Calderón, además de estar dispuesto a escuchar los planteamientos de los partidos políticos, podría responder a los cuestionamientos, en caso de que la Junta de Coordinación Política acuerde un formato adecuado para la ceremonia, por lo cual no serían necesarias las modificaciones a las normas vigentes.

Aunado a ello, se desprende del análisis, no hay impedimento legal en ninguna norma que les prohíba de manera expresa sostener un diálogo con el mandatario.

La Constitución señala, en su artículo 69, que el titular del Poder Ejecutivo deberá acudir a la apertura de sesiones ordinarias del primer periodo del Congreso a presentar “un informe por escrito, en el que manifieste el estado general que guarda la administración pública del país”.

El artículo 7 de la Ley Orgánica del Congreso plantea que la fecha será el 1 de septiembre, y precisa que “antes del arribo del presidente de la República”, cada fracción parlamentaria hará uso de la palabra de acuerdo con el número de su representación, pero además, son los mismos legisladores quienes se impusieron un candado en la norma, pues se prohibieron, desde la última reforma en noviembre de 1981, no interrumpir al presidente.

Según el análisis, el acuerdo sí es posible, y también sería legal, pues en ninguna de las tres normas, la Constitución, la Ley Orgánica y el reglamento del Congreso se prohíbe de manera expresa un diálogo con el titular del Poder Ejecutivo.

El lunes pasado, Calderón Hinojosa expresó su deseo de dialogar con los legisladores, incluso, añadió, debatir con ellos.