En el estado de Tamaulipas fue detenido uno de los principales sicarios del grupo conocido como Los Zetas. Se trata del ex militar José Ramón Dávila López, alias El Cholo, uno de los presuntos delincuentes más buscados por la Procuraduría General de la República (PGR), quien es hombre de confianza del jefe de los asesinos a sueldo del cártel del Golfo, Heriberto Lazcano Lazcano, alias Lazca.

Dávila López fue identificado, a través de peritajes realizados por la PGR, como uno de los desertores del Ejército mexicano que integró el grupo original de zetas en 2001, creado con alrededor de 40 militares del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes), por lo que ahora un juez federal decretó un arraigo en su contra por 90 días, para que siga sujeto a investigación.

La captura de este presunto zeta se realizó el pasado 2 de febrero, en Ciudad Victoria, Tamaulipas, después de un enfrentamiento armado con elementos de la policía ministerial de esa ciudad, en el que dos uniformados y un civil resultaron lesionados, aunque al momento de su captura El Cholo se identificó como Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde.

La Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas inició la averiguación previa AP/076/2007 por el enfrentamiento, pero el caso fue atraído por la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), debido a que al sospechoso se le encontró en poder de dos armas de fuego, 11 grapas de cocaína, 90 cartuchos útiles, tres cargadores calibre .22 y una granada de fragmentación.

A través de un comunicado, la PGR detalló que fue hasta que el presunto delincuente quedó a disposición de las autoridades de la SIEDO cuando se verificó en los archivos criminales la identidad del detenido, ya que sus rasgos fisonómicos correspondían a la imagen de uno de los integrantes de los zetas que aparecen en un cártel difundido por la PGR el 18 de julio de 2003, por quien se ofrecía una recompensa.

Se cotejaron las huellas dactilares del detenido con la base de datos de la dependencia y de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), lo que permitió identificar a Dávila López como un cabo de infantería de las Fuerzas Armadas, que desertó de las filas de la milicia para integrarse al grupo original de Los Zetas.

Dentro de la organización, El Cholo se convirtió en uno de los hombres de confianza del líder Heriberto Lazcano, bajo las órdenes de otro jefe del sicariato, conocido como Omar Lorméndez Pitalúa, alias Z-10 o El Pita, y es de los pocos que quedan del grupo inicial de ex militares que se convirtieron en asesinos a sueldo del cártel del Golfo, pues de acuerdo con reportes de la PGR no quedan más de una decena activos, toda vez que los otros han perdido la vida o han sido detenidos en los últimos cinco años.

El nombre de Dávila López y sus operaciones como parte de Los Zetas forman parte de diversos expedientes de la PGR, ya que incluso existen declaraciones que lo incriminan, como las hechas por Mateo Díaz López, alias El Comandante Mateo -detenido a finales de 2006 en el estado de Tabasco-, jefe de sicarios en el sureste del país y quien confesó que El Cholo trabajaba directamente para el líder de estos sicarios.