La llegada de Felipe Calderón a la Presidencia de la República ha significado también la formación de un nuevo grupo gobernante, cuyos referentes históricos ya no son los del año 1968, por ejemplo, sino las crisis económicas, y que tienen una sólida formación académica y una experiencia política basada sobre todo en el parlamentarismo.

Además, un razgo característico del primer círculo de sus colaboradores es la juventud y que lo acompañaron desde que fue director general de Banobras, secretario de Energía y después en el equipo de campaña que lo llevó a ganar la elección de 2006.

La integración del gabinete calderonista dejó claro que, si bien muchos de sus integrantes militan desde hace muchos años en el PAN, en realidad no respondió a una lógica de cuotas partidarias, sino más bien a la formación requerida para cada área, explican analistas.

En el área económica, por ejemplo, optó por tecnócratas, de acuerdo con Macario Schettino, director de Investigación y Programas Doctorales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

"Algunos de los que están en el área económica serían fácilmente definidos como tecnócratas: vienen de carreras técnicas, han desempeñado puestos políticos, pero siempre en el área de conocimiento en la que han estudiado, muchos de ellos con posgrados. Algunos son propiamente tecnócratas de los últimos tiempos del PRI", explica.

Lo mismo en seguridad pública, en la cual Calderón no contaba con personas especializadas, así que echó mano de funcionarios ya experimentados de gobiernos anteriores, anota Ricardo Rapahel de la Madrid, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas y analista político.

Schettino opina que no se puede hablar de una clase política nueva, en referencia al equipo calderonista, porque no hay un concepto de organicidad en su interior.

"Es como lo que pasó con Fox, en donde llegó gente nueva, pero eso no significa que tengas una nueva clase política; tienes a nuevas personas en las direcciones, secretarías, pero no veo esa conformación de clase como sí la hubo en el tiempo de los priístas", agrega.

En cambio, Raphael considera que sí hay elementos para decir que hay una clase política emergente, por ejemplo, la edad de quienes han hecho equipo con Calderón, que vivieron su juventud en los años 80, las crisis económicas, la inestabilidad de precios, los pactos económicos, los fraudes en Chihuahua en 1986 y la trayectoria de Cuauhtémoc Cárdenas.

"Esos son sus referentes, no es el 68 ni el 71 ni el echeverriato siquiera. No es algo aplicable a todo el gabinete, pero sí creo que es el sello central", indica Raphael, quien prepara para editorial Norma un libro sobre los primeros 100 días del gobierno de Calderón, y uno de sus capítulos analiza, precisamente, el perfil del gabinete del mandatario mexicano.

Desde Francisco Ramírez Acuña, secretario de Gobernación, y Josefina Vázquez Mota, titular de la SEP, a Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia, y Gerardo Ruiz, coordinador de gabinetes y proyectos especiales, todos han sido legisladores.

La misma característica comparten Beatriz Zavala, secretaria de Desarrollo Social; José Ángel Córdova, titular de Salud; Germán Martínez, secretario de la Función Pública; Alberto Cárdenas, titular de Sagarpa y César Nava, secretario particular de Calderón.

De acuerdo con la investigación de Raphael, "no hay un pacto de Calderón con su partido, sino un arribo de parlamentarios al gabinete y de gente que le apoyó. No es cierto que le dio el cargo a Ramírez Acuña como cuota al PAN, sino porque le apoyó en el sur en su campaña".

Además, apunta que hasta la fecha, Calderón no ha explicado públicamente por qué no compartió el gobierno con otros partidos, como lo ofreció en campaña.

Una explicación, argumenta Raphael de la Madrid, es la atomización de los demás partidos, sobre todo el PRI y el PRD. ¿Con cuál PRI negociar, el de Madrazo, el de Jackson, el del Tucom? ¿Con cuál PRD negociar, el de López Obrador, el de Los Chuchos, el de Los Amalios?

"Al no tener una explicación, es válido pensar que Calderón mintió", dice.

Una característica que también comparten varios miembros del gabinete es que sus carreras políticas las hicieron principalmente en sus respectivos estados.

El círculo más cercano a Calderón lo integran jóvenes que lo acompañaron desde la precampaña presidencial.

Además de Gerardo Ruiz Mateos y Juan Camilo Mouriño, están Alejandra Sota, como coordinadora de Imagen Pública y Opinión Pública, y Maximiliano Cortázar, coordinador de Comunicación Social de la Presidencia.