WASHINGTON.- La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense inició en 1956 el reclutamiento de altos funcionarios del gobierno mexicano y tuvo en Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría a dos valiosos agentes que, sin embargo, la engañaron en cuanto al movimiento estudiantil de 1968 y la responsabilidad en su represión, según documentos secretos "desclasificados" y divulgados el miércoles como resultado de peticiones de la organización privada Archivo de Seguridad Nacional, que mantiene un proyecto específicamente sobre México y otros países o situaciones en base a reportes secretos periódicamente autorizados para publicación.

De acuerdo con la documentación obtenida por Jefferson Morley y examinada por Kate Doyle, Díaz Ordaz, Echeverría y Fernando Gutiérrez Barrios fueron "reclutados" por Winston Scott, que fue jefe de la estación de la CIA en México entre 1956 y 1969 como parte del programa denominado "Litempo", que fue considerado tan exitoso que la CIA estimó que podría ser usado como "modelo" por otras "estaciones".

Pero el programa acabó por absorber a su creador, anotó Morley en su resumen, al apuntar por ejemplo que los reportes en torno al movimiento de 1968 prácticamente reflejaron sólo los puntos de vista que el gobierno de Díaz Ordaz quiso y que, de acuerdo con al menos un recuento, la CIA transmitió 15 versiones distintas y contradictorias sobre los hechos de Tlatelolco.

"Su dependencia de poderosos funcionarios gubernamentales para información llevó a reportes de un solo lado sobre la masacre del 2 de octubre", toda vez que Scott "se basó en la versión gubernamental de las muertes de Tlatelolco y reportó como ´información de inteligencia´ su recuento ficticio de eventos", señaló el informe.

El código Litempo era compuesto por el prefijo LI, que identificaba operaciones en México y Tempo, que identificaba al programa de relación entre la CIA y "altos funcionarios selectos" de México.

Díaz Ordaz era conocido como Litempo 2, Echeverría era Litempo 8, y Gutiérrez Barrios, Litempo 4.

Litempo 1 era Emilio Bolaños, un sobrino de Díaz Ordaz que podría haber sido el conducto por el cual la CIA entró en contacto con el mandatario cuando era secretario de Gobernación.

El documento asegura que la CIA-México informó al gobierno de EU lo que el gobierno mexicano le reportó: que el movimiento estudiantil era manejado por "comunistas" y había intervención extranjera, pero en ambos casos fueron como mínimo exageraciones.