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Nadie sobrevivió al accidente aéreo

Jéssica Espinosa y Ruth Rodríguez/Corresponsal y reportera| El Universal
Miércoles 02 de febrero de 2000
Nadie sobrevivi al accidente areo

. (Foto: REUTERS )

Identifican a los dos mexicanos que iban en el MD-80 de Alaska Airlines. Ningún cuerpo ha sido recuperado; sólo restos de 4 personas

LOS ÁNGELES, Cal.? Renato Bermúdez y Gabriela Chávez fueron identificados como los dos pasajeros de origen mexicano que viajaban en el vuelo 261 de Alaska Airlines que se accidentó el lunes en aguas del océano Pacífico, cerca de esta ciudad, indicó el cónsul de México en Los Ángeles, José Luis Bernal.

El representante consular añadió que Renato Bermúdez radicaba en San Francisco, y que representantes del consulado en esa ciudad hasta ahora no habían podido contactar a los familiares, pero que la aerolínea ya les dijo que ya les había informado sobre la tragedia.

A los parientes de Gabriela Chávez, que radicaba en Puerto Vallarta e iba a visitar a familiares en San Francisco, el consulado les ofreció cualquier apoyo para la gestión necesaria para que lleguen a Los Ángeles, cuando sea necesario identificar el cuerpo de la víctima.

Personal del consulado se encuentra en contacto con la oficina del forense en Ventura para obtener la información necesaria sobre la identificación de cadáveres.

En el área costera, cerca de donde cayó el avión procedente de Puerto Vallarta, México, con destino a San Francisco, California, cuyos pasajeros han sido dados por muertos tras una exhaustiva búsqueda de la Guardia Costera, comienzan a aparecer veladoras, flores y cruces.

Ayer se confirmó que la torre de control del aeropuerto de esta ciudad recibió una primera comunicación del vuelo 261 de Alaska Airlines, a las 16:12 horas locales (14:12 en México), en la que el piloto informaba sobre dificultades para controlar la aeronave, sin especificar de qué tipo eran los problemas que lo hacían perder altitud.

Minutos después y supuestamente mientras el comandante del avión hacía las correspondientes maniobras para intentar un aterrizaje de emergencia en Los Ángeles, se perdió todo contacto por la radio, así como por radar.

La búsqueda se inició de inmediato, con la esperanza de encontrar sobrevivientes, pero a la llegada de los cuerpos oficiales de rescate, se adelantaron los tripulantes de un pesquero que fueron los que prácticamente empezaron las infructuosas labores, con la puesta del sol.

Restos humanos, maletas, revistas y pedazos de los asientos destinados a los pasajeros fueron los primeros rastros localizados por los pescadores que llegaron al lugar donde el avión había caído, a unas 20 millas (35 kilómetros) de Punto Mugu, en el océano Pacífico al noroeste de Los Ángeles.

Hasta ahora oficialmente se confirmó la recuperación de restos de cuatro personas ?no siete, como se informó anoche?: un bebé, un varón y dos mujeres, del total de 83 pasajeros y 5 tripulantes (dos pilotos y tres sobrecargos).

Durante toda la noche y este martes, las redes de los barcos de rescate han estado recogiendo cuerpos humanos fraccionados y toda clase de artículos personales como pasaportes, pasajes, zapatos, ropa variada, recuerdos de Puerto Vallarta y desde luego muchas partes del avión.

En las playas de Punto Mugu y del puerto de Hueneme, en el condado de Ventura, cerca de la ciudad costera de Oxnard, al noroeste de Los Ángeles, varios residentes empezaron desde las primeras horas del martes a colocar veladoras, flores y cruces dedicadas a la víctimas residentes de diferentes ciudades de Estados Unidos.

Apenas al comenzar las tareas de búsqueda, el teniente de la Guardia Costera de Estados Unidos, Chuck Diorio, señaló que la temperatura del mar, de unos 50 grados Fahrenheit (poco arriba del cero centígrado), hacía muy difícil que los posibles sobrevivientes alcanzaran más de tres horas sin sufrir hipotermia y con ella la muerte.

El rescate, que se inició el lunes a pocos minutos del accidente, continuó intensamente ayer, puesto que la Guardia Costera indicó que quería agotar toda posibilidad de encontrar un sobreviviente.

En tanto, diez representantes del Comité de Seguridad de Transportación Nacional (NTSB) con base en Washington llegaron a Los Ángeles para realizar las investigaciones sobre el extraño accidente anunciado en dos oportunidades por el comandante de la aeronave, pero sin que precisara causas.

Ahora se buscará la extracción de la caja negra del avión, posiblemente hundida a más de 200 metros de profundidad, lo que dificultará el rescate.

Personal de la aerolínea, que tiene su base en Seattle, Washington, en la frontera con Canadá, y que opera 89 aviones de los cuales 35 son del tipo MD-80, atiende a los familiares de las víctimas en tres ciudades: San Francisco, Seattle y Los Ángeles.

Del total de 83 pasajeros, 32 se dirigían a San Francisco, 47 a Seattle, tres a Oregon y uno a Alaska.

La aerolínea dio a conocer una lista preliminar de pasajeros ?de los cuales posiblemente tres eran latinos: James Luque, Juan Márquez y Paul Polanco? y de la tripulación e informó que el aparato, construido en 1992 por McDonnell Douglas, contaba con 26 mil 584 horas de vuelo y 14 mil 315 ciclos (cada ciclo comprende un despegue y un aterrizaje).

En San Francisco, Seattle y Los Ángeles, donde residían el piloto y copiloto, empezaron a reunirse los familiares de las víctimas, a quienes se les asiste con psicólogos por las pérdidas de sus seres queridos.

El piloto, Ted Thompson, de 53 años, tenía 10 mil 400 horas de vuelo con Alaska Airlines y el copiloto, George Wright, de 57 años, más de 8 mil. Ambos reportaron al aeropuerto de Los Ángeles un problema con los estabilizadores de nariz del avión.

El aparato había recibido mantenimiento de rutina el 11 y el 13 de enero y nunca había presentado desperfecto alguno.

En conferencia de prensa en Los Ángeles, el hijo del piloto, Fred Thompson, de 24 años, mostró un gran pesar por la muerte de su padre y de la tripulación y pasajeros.



En Puerto Vallarta todo era normal

El avión no reportó ninguna anormalidad mientras estuvo en el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, Jalisco.

Juan Antonio Bargues, director general de Aeronáutica Civil, confirmó lo anterior y dijo estar sorprendido por este accidente, ya que esta aerolínea nunca había presentado problemas, además de que tiene un récord impecable en México.

Indicó que los radares mexicanos perdieron todo contacto con la aeronave en el momento que cruzó al espacio aéreo norteamericano.

Entrevistado en un programa radiofónico, el responsable de la DGAC mencionó que esta aerolínea opera en Manzanillo, Puerto Vallarta, Mazatlán, Zihuatanejo y Los Cabos, con 126 frecuencias a la semana.

Recordó que la aeronave MD-80 salió del aeropuerto de Puerto Vallarta a las 15:30 horas con 83 pasajeros y cinco tripulantes, con destino a San Francisco y Seattle, Washington.

?El avión cargó combustible en Puerto Vallarta y salió de ahí en perfectas condiciones?, enfatizó.

Recordó que esta aeronave llegó a este destino turístico mexicano proveniente de Estados Unidos; ahí dejó a algunos pasajeros, y se regresaba a su vuelo regular San Francisco-Seattle.

?¿Cuando pasó de Tijuana a Estados Unidos la tripulación de la aeronave no reportó ninguna falla?, ?se le preguntó.

Iba perfectamente bien, según tengo comunicado. Hubo un reporte de emergencia mecánica del avión a 30 millas de Los Angeles; entonces, pidió entrar al aeropuerto de esa ciudad para arreglar la falla y continuar su viaje a San Francisco; desgraciadamente no lo logró.

?¿Qué características tiene un avión MD-80?, ?se le cuestionó.

Es el clásico DC-9, de 140 plazas, pues es de McDouglas. Es un avión que ha sido de los éxitos de los Estados Unidos en materia de aviación. Hay alrededor de unos 900 mil volando entre DC-9 y MD en el mundo. Éste ha sido un caballito de batalla.



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