´Mariasun´ Aramburuzabala, un genético amor por los negocios
Cada vez que alguien, en algún lugar del mundo, exprime un limón dentro de una cerveza Corona, una parte del dinero que gastó en adquirirla va a la bolsa de María Asunción Aramburuzabala, la mujer más rica de México. De este modo se refirió el Wall Street Journal a la empresaria mexicana en la primera entrevista que concediera a un medio de comunicación extranjero poco antes de contraer matrimonio con el embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza Quintana. Considerada como una de las mujeres más influyentes del orbe por la revista Fortune, a nueve meses de su boda, la multimillonaria mujer de negocios, quien a lo largo de su vida ha mostrado un hermetismo respecto a su vida personal, e incluso laboral, ahora suele aparecer en las portadas de las revistas y en las páginas de sociales. Sin duda, gran parte del interés que ella despierta se debe, además de a su enlace con Tony, al prestigio que ha acumulado por su intuición financiera para manejar (como vicepresidenta ejecutiva) el Grupo Modelo, un emporio empresarial conocido en el mundo por su marca de cerveza Corona. Aficiones "Inteligente, con gran sentido del humor y bastante sexy", según palabras de Tony Garza (revista Caras, marzo 2005), Mariasun tiene dos grandes pasiones: la cocina -la comida japonesa es su favorita- y el mar. De hecho, cada vez que puede se escapa junto con su marido y sus dos hijos, Pablo y Santiago (fruto de su primer matrimonio con el empresario Paulo Patricio Zapata Navarro), a Brownsville, Texas (ciudad natal de Garza), levanta a la familia a las 5:00 de la mañana y con un grupo de amigos, antes de que salga el sol, se montan en una lancha con su caña de pescar para presenciar el amanecer en las aguas del océano. Aficionada a los deportes al aire libre, también le gusta la cacería (de paloma principalmente) y la caminata. Sus allegados todavía recuerdan la excursión que organizó la mañana del día de su boda al Pinar del Marquesado, un alejado paraje de Valle de Bravo, al que se llega por una carretera de terracería. En esa ocasión, y después de caminar más de una hora por un sendero hasta lo alto de una montaña desde donde se contempla la laguna de Valle de Bravo en todo su esplendor, sorprendió a la comitiva con una "limpia" a cargo de un chamán, como parte del ritual. Nieta e hija de ´tigres´ Nieta de Félix Aramburuzabala, fundador de Grupo Modelo, María Asunción, hoy de 42 años, tiene un recio carácter y decisión ante la vida. Se dice que heredó esa personalidad de su abuelo y de su padre, Pablo Aramburuzabala Ocaranza. Pero también producto de la educación que recibió en el estricto Colegio Alemán. Licenciada en Contabilidad por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), piensa que su familia es su raíz y que su gusto por los negocios es genético. Antes de casarse con el embajador Garza (a quien acompaña a casi todos los eventos sociales en los que él está presente) no era aficionada a las grandes fiestas ni a la alta costura; ni siquiera a los perfumes. "Amo los negocios, son mi pasión", dijo la poseedora de alrededor de 10% de las acciones de Grupo Modelo y de cerca de la cuarta parte de Televisa, además de inversionista y directora general de Tresalia Capital, entre otros negocios. María Asunción ocupa el lugar 377 en la lista de los multimillonarios del mundo, con una fortuna estimada en mil 500 millones de dólares, según la revista Forbes. Considerada también como una mujer fuerte, independiente y atractiva, disfruta la televisión en familia. "Los lunes es nuestro día favorito porque después de cenar nos metemos los cuatro (Pablo, Santiago, Mariasun y Tony) a la cama a ver ´El privilegio de mandar´. Pablo y Santiago le dicen el quality family time" (revista Quién, noviembre 2005). Adiós a su padre Al fallecimiento de su padre (1995), que no dejó un heredero masculino, María Asunción tomó la vicepresidencia del Grupo Modelo, bajo el tutelaje de Juan Sánchez Navarro, haciendo frente a los escépticos para quienes su llegada a ese corporativo no era otra cosa que un apoyo "a mujeres desamparadas", incluyendo a su madre y a su hermana. En ese tiempo aquella aparente frágil mujer luchaba por sacar adelante a sus dos hijos y por mantener su matrimonio a flote. Sin embargo, meses después de tomar las riendas del negocio sorprendió a los círculos financieros del mundo porque encontró recursos para orientar su trabajo empresarial hacia la modernidad. "Esto no sólo reivindicó a la familia, sino a las mujeres en general en una sociedad extremadamente machista", comentó en una reunión su madre, Lucrecia Laguerri, reconocida pintora. Para la revista Forbes, la única mujer latinoamericana que figura en el listado de las 100 más poderosas del mundo (ocupa el lugar 58) está al lado de mujeres como Condolezza Rice, la reina Sofía, Hillary Clinton, la reina Rania de Jordania y Laura Bush, de quien por cierto es tan amiga que formó parte de la lista de los exclusivos (400) invitados a su boda, el 23 de abril de 2005. Decidida impulsora de la presencia femenina en los foros internacionales dentro del mundo de los negocios, durante años se le conoció como La Thatcher, o dama de hierro mexicana, apodo que en la actualidad ya no corresponde al rostro que muestra ante la sociedad de mujer enamorada y hogareña, quien por cierto no sólo organizó ella misma hasta el último detalle de su enlace, sino que pasó dos meses decorando, en compañía de Tony, la residencia oficial de la embajada de Estados Unidos, lugar en donde vive toda la familia. "Tony y yo estuvimos viviendo en mi departamento (ubicado en el Club de Golf Bosques de la Lomas, en Cuajimalpa), y nos mudamos a esta casa a finales de junio" (revista Quién, noviembre 2005). Robert Mar, del despacho Área Arquitectos, fue el encargado de remodelar la residencia dándole la calidez que la pareja buscaba, aunque, en lo que a arquitectura se refiere, solamente pudieron pintar las paredes.