En el cártel del Golfo tres hombres tienen la misión de facilitar el tráfico de drogas en México y hacia Estados Unidos, venden protección a grupos menores que trabajan para la organización, se encargan de cobrar el paso por sus territorios, "eliminan" a los enemigos o traidores, y mantienen el control en entidades como Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua y Coahuila.

Son el jefe del grupo de sicarios conocido como Los Zetas , Heriberto Lazcano Lazcano, alias El Lazca o El Verdugo , un ex policía quien cuenta con la colaboración de sus dos operadores principales: los ex militares Efraín Teodoro Torres, alias Z-14 , y Raúl Hernández Barrón, El Flander 1 .

Ante su peligrosidad, la Procuraduría General de la República (PGR) ha puesto un precio a sus cabezas y ofrece una recompensa a quien proporcione información que permita su captura, ya que estos tres sujetos son los líderes del "brazo armado" del cártel del Golfo, protagonistas de la ola de violencia en la frontera norte del país y que se ha extendido a otras entidades para tener influencia en otras plazas.

Noé Ramírez Mandujano, titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra la Salud de la PGR, reconoció que una prioridad es la captura de estos sujetos, pues aunque las autoridades han asestado importantes golpes a la organización, continúan con sus actividades pese a que en octubre de 2004 fue detenido Rogelio González Pizaña, alias El Kelín , quien era el líder de los sicarios, y su lugarteniente Carlos Rosales Morales.

La confrontación

Este grupo de sicarios representa una pieza clave en la ola de violencia que se ha registrado en el país, reconoció el funcionario, pues incluso la lucha que iniciaron por el control del territorio en la frontera norte del país los cárteles del Golfo y de Sinaloa tiene un nuevo frente: el estado de Guerrero.

Ramírez Mandujano detalló que la batalla entre estos grupos que ha tenido como principal escenario el estado de Tamaulipas, y que desde 2004 se trasladó a Michoacán, llegó al sur del país.

Detalló que hay indicios de la presencia en Guerrero del "brazo armado" del cártel del Golfo.

Así, Los Zetas buscan ganar territorio paulatinamente en esa entidad, que es estratégica por las zonas productoras de droga y para el trasiego de estupefacientes, lo que ha derivado en una clara confrontación con los sicarios de Joaquín El Chapo Guzmán y las células de los Beltrán Leyva, del cártel de Sinaloa.

De hecho, el funcionario indicó que el asesinato del subdirector operativo de la Policía Ministerial del estado, Julio Carlos Soto López, perpetrado el 2 de agosto pasado en Acapulco, podría ser una de las expresiones de esta confrontación, en un intento de estos dos grupos rivales por tener autoridades aliadas en sus actividades de narcotráfico.

Sin embargo, Ramírez Mandujano dudó de la veracidad del mensaje que enviaron presuntamente Los Zetas , reconociendo la supuesta autoría del crimen y lanzando la advertencia de que un grupo de 120 sicarios tomaría la plaza.

Indicó que esta puede ser una pista falsa, de una organización contraria a Los Zetas , en un intento por dirigir las pesquisas, "pero de cualquier forma se investigará la autenticidad del mensaje que enviaron a través de un escolta de la víctima", detalló.

Aunque destacó que los sicarios del cártel del Golfo no tienen una fuerza en número que les permitiera cumplir la advertencia, pues implicaría descuidar otras plazas.