Por falta de pruebas de la PGR ordena juez liberar a una mujer
Un tribunal federal ordenó la libertad de la mujer que condujo a la captura del principal sicario del cártel de Juárez, Arturo Hernández González, El Chacky, al considerar que la PGR no probó los cargos de delincuencia organizada y narcotráfico que le imputaba Ana Isabel Llanes Hernández. De acuerdo con la resolución a la que EL UNIVERSAL tuvo acceso, pese a que hubo declaraciones de testigos y de los inculpados sobre su relación con el principal sicario del cártel de Juárez, no hubo elementos de prueba y se revocó la formal prisión que le decretó un juez federal. El magistrado del tercer Tribunal Unitario, Jesús Guadalupe Luna Altamirano, ordenó la libertad con las reservas de ley en favor de la mujer que, según los informes de la Procuraduría General de la República (PGR), era supuestamente cómplice de Hernández González. Ante este fallo del magistrado Luna Altamirano, el juzgado tercero de distrito de procesos penales federales vio revocado su fallo del 10 de julio del 2003, que decretó la formal prisión contra LLanes Hernández, según lo asentado en el expediente 508/2003. Ana Isabel Llanes Hernández era supuestamente pareja sentimental de El Chacky, y fue arrestada junto con Abel Aranda Mendoza, Néstor Tobías de la Cruz Bello, ex agente de la Policía Judicial Federal adscrito a la delegación Coahuila de PGR, José de Jesús Pérez Castillo, Emilio Esquivel Tinoco, Salvador Mercado Ávila, Miguel Sainz Hernández y Germán Bello Armas. Los antecedentes del caso señalan que el 4 de abril se produjo la captura de El Chacky, luego de una serie de operativos conjuntos entre la Procuraduría General de la República y el Ejército en los estados de Durango, Coahuila, Jalisco, Sinaloa, Veracruz, Colima y Guerrero. González Hernández es identificado como el brazo ejecutor de la organización criminal de los Carrillo Fuentes, y que en el año de 1996, cuando se desempeñaba como comandante del grupo Palma, dedicado al combate al narcotráfico, de la extinta Policía Judicial Federal, se puso al servicio del cártel de Juárez. El Chacky tenía comunicación directa con Ismael Zambada, El Mayo Zambada y Vicente Carrillo Fuentes, ya que antes de su arresto era el principal encargado de eliminar a integrantes de otras organizaciones delictivas, brindar protección a los mandos y sus familiares, para lo cual contaba con un grupo de sicarios capacitados para esas funciones. En octubre de 2002, González Hernández fue identificado como jefe de una célula encargada de realizar labores de seguridad y contrainteligencia para la organización criminal de El Mayo Zambada y de Vicente Carrillo Fuentes, pero tras la ruptura entre éstos trabajó exclusivamente para el último. Además de contar con diversas órdenes de aprehensión por delitos contra la salud en varias modalidades y violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, El Chacky está involucrado en investigaciones sobre la muerte de dos testigos protegidos, y también se le vincula con la muerte de un comandante de la AFI.