La sombra del ex general Mario Acosta Chaparro cubrió la carrera policiaca de José Agustín Montiel López, pero también cobijó los nexos que el ex jefe de la policía ministerial de Morelos tuvo con el tráfico de drogas.

Los dos hicieron carrera en las corporaciones de Guerrero, los dos se trenzaron con los jefes del cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, Amado Carrillo Leyva y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul , de acuerdo con dos distintas indagatorias de la Procuraduría General de la República, la PGR/056/98 y PGR/UEDO/193/2003.

Acosta Chaparro cumple una sentencia de la justicia militar por haber brindado protección a Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos . Montiel está en prisión acusado de favorecer la expansión de El Azul en Morelos y poner una escolta oficial al servicio a la hija de este narcotraficante, Nadia Patricia Esparragoza Gastélum.

Los antecedentes de Montiel tocan irremediablemente a su hermano Luis Montiel López, general de división, quien fue compañero de otro ex general acusado de tener nexos con el cártel de los Carrillo, el ex general Francisco Quirós Hermosillo, desde la época de estudiantes en el Colegio Militar, a principios de los años 50.

"Ambos en su momento estuvieron comisionados en Guerrero", señala la ficha negra que la PGR entregó al gobernador de Morelos, Sergio Estrada Cajigal.

Montiel se crió en el círculo militar cercano a su hermano Luis y creció profesionalmente con los generales, principalmente con Acosta Chaparro en Guerrero, donde ocuparon las jefaturas de la policía; el ex general en el sexenio de Rubén Figueroa Figueroa, de 1975 a 1981, y Montiel en la administración de Alejandro Cervantes, de 1981 a 1987. Montiel detrás de su mentor.

"Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo se hicieron muy amigos. De ahí Acosta Chaparro agarró a Alberto Pliego (ex jefe de la policía ministerial de Morelos), que estaba joven en aquellos días, al igual que a Montiel, que desde entonces anduvieron juntos para todos lados. Como ejemplo: cuando Acosta Chaparro estuvo en Guerrero, se llevó a Pliego y Montiel.

"De ahí nació la relación con Vicente Carrillo, ya que Acosta Chaparro tenía tratos con Vicente Carrillo, que inicialmente fueron con Amado Carrillo, por lo que Pliego y Montiel seguían trabajando para esta organización, por lo que debido a estas relaciones, existe una gran red de complicidad con las autoridades de Morelos...", declaró el 7 de mayo de 2003 ante la PGR un testigo protegido identificado como Beatriz.

Las carreras delictivas de Acosta Chaparro y Montiel crecieron en paralelo. El ex militar se vinculó a Amado Carrillo, jefe del cártel de Juárez, y Montiel hizo lo propio con un narcotraficante de Guerrero de nombre Adolfo Serna Aguilar. Uno cerca de un jefe de un cártel que introducía cocaína a Estados Unidos y el otro de un narco local que controlaba la Costa Grande de Guerrero.

Otro personaje que parecía de poca monta les abrió el camino hacia los Carrillo, un joven franelero que lavaba las patrullas de la judicial de Guerrero en los tiempos de Acosta Chaparro al frente de la corporación policiaca guerrerense: Arturo Hernández González, El Chaki, originario de Acapulco, que se convirtió con el tiempo en el jefe de seguridad de Amado Carrillo y El Azul .

Un ex militar que trabajó bajo las órdenes de Acosta Chaparro en la Judicial de Guerrero y que recababa informes de inteligencia antinarcóticos para el cártel de Juárez, Francisco Tornez Castro, declaró ante la PGR el 12 de octubre de 2002 que conocía a El Chaki "desde que esta persona tenía 10 ó 12 años cuando lavaba los vehículos de la comandancia de la Policía Judicial de Guerrero y también le hacia mandados al teniente coronel Acosta Chaparro".

El ex general, Montiel y Tornez Castro se unieron al cártel de Juárez con la ayuda de un conocido común: El Chaki , detenido apenas en marzo de 2004, quien bajo el mando de Vicente Carrillo estaba encargado de la logística y seguridad de los jefes del cártel de Juárez.

Arturo, el ex franelero de Acapulco, llegó a convertirse en uno de los narcos más buscados por la PGR: su retrato hablado aparecía al lado de Vicente Carrillo, El Azul e Ismael El Mayo Zambada.

Acosta Chaparro y Montiel también ocuparon un lugar preponderante en la protección oficial de los jefes del cártel de Juárez. Uno cobijado por el otro.