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La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) documentó en video el ataque del lunes pasado al 27 Batallón de Infantería, y las imágenes formarán parte de las evidencias de la denuncia que presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quienes resulten responsables del incidente en el que 11 militares resultaron heridos.

Autoridades federales revelaron que los videos serán utilizados en la integración de la averiguación previa AP/PGR/GRO/IGU1/011/2015 que se abrió luego que la institución castrense pidió la intervención del Ministerio Público de la Federación para ubicar a los responsables de la agresión.

Las fuentes consultadas indicaron que de acuerdo con el Manual del Uso de la Fuerza de aplicación común a las tres Fuerzas Armadas, el personal militar del 27 Batallón de Infantería, en Iguala, Guerrero, actuó con apego al documento al defender las instalaciones y evitar el avance del grupo de encapuchados que el pasado lunes irrumpió junto con los padres de los 42 normalistas desaparecidos.

En el documento, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 30 de mayo de 2014, se indica que cuando la Defensa Nacional, Armada de México o la Fuerza Aérea Mexicana se encuentren en cumplimiento de sus funciones o en un operativo, deberán videograbar o tomar fotografías para aportar medios de prueba fehacientes sobre la actuación de su personal durante las operaciones. Eso es lo que hicieron los policías militares cuando el grupo de embozados irrumpió y arrojó petardos y botellas de vidrio a las instalaciones castrenses, y cuando forzaron las puertas con dos tráileres que emplearon como ariete.

En el capítulo uno del manual se menciona que las circunstancias en las que procede a emplear el uso de la fuerza serán, entre otros casos, para proteger de una agresión bienes jurídicos tutelados, así como en legítima defensa.

“El uso de la fuerza se realizará con estricto apego a los derechos humanos, independientemente del tipo de agresión, atendiendo a los principios de oportunidad, proporcionalidad, racionalidad y legalidad”, indica.

En el apartado de Niveles del Uso de la Fuerza se señala que es la gradualidad, que previa evaluación de la situación debe adoptar el personal de las Fuerzas Armadas de manera proporcional a la conducta de la persona y la resistencia que opone.

De este modo, al ser agredidos con petardos, botellas de vidrio y piedras, y ver que utilizaban dos camiones para derribar la reja, los militares, con escudos antimotines, evitaron que el grupo agresor continuará su ingreso a las instalaciones.

El documento puntualiza que el primer nivel es la disuasión, que es la simple presencia de los militares o marinos; la persuasión, que es el contacto visual o verbal; fuerza no letal, que se empleará para controlar a una persona o personas en los casos de resistencia no agresiva y agresiva; y fuerza letal que es la utilización de armas de fuego para proteger la vida propia, de terceros.