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Se abren camino en las operaciones navales

Nubia Maya| El Universal
Domingo 08 de marzo de 2015
Se abren camino en las operaciones navales

Yza Nubia Frías Aguirre es Capitán de Corbeta y médico gastroenteróloga. Lizbeth Esther Ruiz es cadete de cuarto año de la Escuela Médico Naval.. (Foto: GERMÁN ESPINOSA. EL UNIVERSAL )

Las mujeres en la Semar forman parte de proyectos especiales; ayudan a la gente cuando hay desastres naturales

nubia.garcia@eluniversal.com.mx  

Las mujeres militares continúan abriéndose camino en áreas que antes les eran vedadas. En la Secretaría de Marina (Semar) ellas dejaron las oficinas y los hospitales militares para integrarse a las operaciones especiales.

Años atrás las mujeres sólo podían aspirar a ser enfermeras, doctoras o apoyar en tareas administrativas dentro de las filas del Ejército, ahora muchas, como Yza Nubia Frías Aguirre, Capitán de Corbeta y médico gastroenteróloga, se han perfilado para participar en operaciones especiales como la aplicación del Plan Marina para apoyar a la población en caso desastres naturales.

Yza, con 19 años de carrera en la Armada de México, es la responsable del servicio de gastroenterología en el Hospital Médico Naval de Alta Especialidad, pero en al menos tres ocasiones ha asistido a las ciudades que han sido devastadas por fenómenos naturales para aplicar el plan de contingencia.

En entrevista con EL UNIVERSAL, ella recuerda una de las situaciones más difíciles: el huracán Wilma, el fenómeno más intenso registrado en el Atlántico, que devastó la Península de Yucatán y dejó cerca de un millón de damnificados; además de ser uno de los desastres naturales más costosos por los estragos que causó.

“Brindamos atención médica a la población que fue más afectada, se proporciona el medicamento necesario. En el ajetreo del auxilio, que se extiende no sólo al personal militar sino a la población civil, la parte del cansancio y del no dormir en esas situaciones, pasa a segundo plano, tu atención se centra en atender a quien lo necesita”.

La Capitán de Corbeta combina su vida profesional militar con su vida personal. Comenta que no es fácil pero se da tiempo para atender a su marido, quien también es marino, y a su pequeño hijo de apenas 2 años de edad, pero sin duda, dice, volvería a elegir ser parte de la Marina.

Tradición marítima. La Cadete de cuarto año de la Escuela Médico Naval, Lizbeth Esther Ruiz, quien ha crecido en una familia de médicos, decidió seguir la línea familiar pero de manera diferente, en la Armada de México. Ella, quien aún está en el proceso de formación, espera poder ejercer su profesión en la fuerza operativa.

Aunque no fue fácil ingresar a esta institución, dice que vale la pena el esfuerzo y los sacrificios que implican el estudiar en un plantel militar.

Dejó las fiestas, la diversión por perseguir su sueño de convertirse en médico militar y en el futuro poder participar en operaciones especiales, ya que, explica, es una labor humanitaria y una manera de estar en contacto con la gente.

Actualmente hay 453 mujeres distribuidas en diversas unidades operativas de la Semar, de las cuales 74 están a bordo de buques, 175 más participan en unidades de Infantería de Marina y Fuerzas Especiales y 204 están en grupos aeronavales y en escuadrones como técnicas de vuelo.



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