Relator de la ONU cae en contradicciones
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El relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Tortura, Juan Méndez, reconoció que el pasado 9 de marzo, durante la presentación de su informe sobre esta práctica ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, sí dijo que “la metodología aplicada es, por supuesto, rudimentaria e insatisfactoria en muchos niveles”, lo cual negó hace dos días.
Ante esta clara contradicción, EL UNIVERSAL TV buscó nuevamente a Méndez, quien rectificó y aseguró que si usó la palabra metodología, “sería un error posiblemente al responder preguntas”. Precisó que al hablar de metodología se refería a las críticas que le hicieron otros países sobre sus respectivos casos y no a México.
La exposición del relator, que se realizó en Ginebra, Suiza, en la que aseguró que en México la tortura era una “práctica generalizada”, tuvo una duración de más de dos horas 15 minutos. Casi al final de la sesión (2:02:40), cuando contestaba preguntas sobre los anexos, habló de su metodología, aplicándole esos dos adjetivos.
Cuatro días después, el representante Permanente de México ante Organismos Internacionales, Jorge Lomónaco, envió una carta al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Joachim Rücker, en la que asegura que “afirmar que la tortura es generalizada carece de fundamento”.
En la misiva expresa la preocupación del gobierno mexicano, pues tal afirmación “se aparta de una más profunda y constructiva discusión” que permitiera mejorar las acciones puestas en práctica para combatir ese flagelo, “específicamente tomando en consideración que el relator ha reconocido ante el Consejo que la metodología utilizada es ‘rudimentaria e insatisfactoria en varios niveles’”.
En la carta de respuesta al embajador Lomónaco, Méndez reprocha “que jamás he dicho que la metodología utilizada por los procedimientos especiales en las visitas a los países —que es lo que cuenta en este caso—, es ‘rudimentaria o insatisfactoria’, como usted alega”.
Dijo en la misiva que se le ha citado erróneamente y que lo que ha dicho en realidad, en reiteradas ocasiones, es “que el procedimiento de comunicaciones individuales es ‘rudimentario e insatisfactorio’”, debido a que solamente intercambia notas escritas con los gobiernos, sin oportunidad de confrontar evidencia, recibir testimonios de testigos o examinar documentos.
Al aclarar una vez más sus afirmaciones, tras confirmarse en el video que sí las hizo, Méndez dijo que si en su exposición usó el término “metodología”, fue un “error” y aclaró que lo rudimentario e insatisfactorio de la misma se refería al procedimiento de casos, “y no a la visita de los países”.
Estas expresiones del relator forman parte del diferendo que escaló con las declaraciones del subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería, Juan Manuel Gómez Robledo, quien acusó a Méndez de no actuar con profesionalismo, ni ética.
Ayer, en entrevista exclusiva, el abogado argentino no sólo refrendó sus conclusiones, sino que aseguró que México “padece una epidemia de tortura” y denunció presiones de funcionarios mexicanos para cambiar sus conclusiones.
La confrontación se aderezó con el intercambio epistolar, cuyo más reciente capítulo concluyó con la carta que el pasado 1 de abril envió el relator al embajador Lomónaco en la que apela “a su honestidad intelectual para que corrija la afirmación que erróneamente” se le adjudicó.
—¿Consideraría justo aclarar ese punto y no pedir al embajador [Lomónaco] que corrija?
—No quiero insistir en el pedido a Lomónaco —respondió el relator especial.





