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Iguala, Gro.— Familiares y amigos de los 44 policías municipales de Iguala, acusados de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como por delincuencia organizada, exigieron la liberación de los uniformados.

A casi cuatro meses de la desaparición de los normalistas, es la primera ocasión en que los familiares de los policías municipales acusados de los hechos, salen a manifestarse.

Durante el recorrido por las calles principales de este municipio, los manifestantes pidieron que se investigue al director de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, y a los que mandaron a los estudiantes de nuevo ingreso a botear por la noche a Iguala.

“¿Qué hacían tan noche fuera de su escuela? ¿Los padres de los normalistas tenían conocimiento que sus hijos iban a salir de la escuela, firmaron algún permiso para que salieran?”, cuestionaron los inconformes.

Al grito de “mis hijos quieren de regreso a su padre”, familiares de los policías municipales de Iguala, detenidos por el caso de los normalistas, se plantaron a las afueras de las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) para que abran una línea de investigación a los de Ayotzinapa y ver su grado de responsabilidad en la desaparición de los estudiantes.

Niños que también participaron en la marcha portaban pancartas en las que se podía leer “mi papá no es delincuente”, “basta de atropellos, queremos paz” y “castigo a los verdaderos autores intelectuales”.

Aproximadamente unas mil 500 personas participaron y denunciaron que han sido hostigados por la PGR.

Asimismo aseguraron que los policías iniciales detenidos, fueron obligados a firmar una declaración falsa por medio de tortura.

“Los golpearon para que firmaran declaraciones; entraron a nuestras casas y también nos golpearon a las mujeres”, comentó una de las manifestantes.

Algunas de las mujeres mencionaron que sus esposos, el 26 de septiembre estaban de descanso o de vacaciones y aún así fueron sacados de sus casas y detenidos.

“Hay pruebas que unos estaban de vacaciones y los detuvieron. Ingresaban civiles armados, sin identificarse, y se llevaban a nuestros esposos”, señalaron.

Una de las que dio su testimonio fue Cecilia Cruz Mendoza, esposa del policía Agustín Cuevas, quien el día de los hechos gozaba de un día de descanso. “Le pedimos al gobierno que se haga una investigación bien hecha; sin son culpables que no salgan; pero que también investiguen a los de Ayotzinapa”, reiteraron.

Letzi, otra de las esposas afectadas, también denuncio arbitrariedades durante la detención de su esposo Gerardo Delgado Mora. Los familiares y amigos de los policías de Iguala detenidos, anunciaron que el próximo martes se manifestarán de nuevo y lo seguirán haciendo hasta que se haga justicia, “porque ellos también son víctimas”.

Hasta el momento la PGR ha detenido a 54 policías municipales de Iguala y Cocula por el crimen colectivo.