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Panamá.— En el pleno de la Séptima Cumbre de las Américas y ante los presidentes de Cuba y Estados Unidos, Raúl Castro y Barack Obama, el titular del Poder Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, declaró a México como un “aliado” del proceso de normalización de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.

En su participación como cuarto orador en la inauguración de este encuentro regional, dijo que la cita es histórica porque están presentes todos los Estados que conforman la región y por el restablecimiento del diálogo de “dos grandes amigos de México”: Estados Unidos y Cuba.

“Nuestro país apoya y se asume aliado de este proceso de diálogo y entendimiento. Los líderes de ambas naciones le han recordado al mundo que la apertura al diálogo está cargada de futuro y posibilidades”, señaló el mandatario, al tiempo que pidió seguir impulsando el diálogo político como instrumento de entendimiento.

La sesión se desarrolló marcada por el “descongelamiento” de las relaciones entre La Habana y Washington, donde hubo reproches y reclamos por la política estadounidense para América Latina, pero también el saludo a la reactivación de la comunicación bilateral y al anuncio del eventual fin al bloqueo comercial a Cuba.

Primero hablaron el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, el de Colombia, Juan Manuel Santos, y el de Ecuador, Rafael Correa. Enseguida, Peña Nieto fijó la posición de México y siguieron de inmediato los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.

En su mensaje, el Presidente de la República señaló que hace 21 años surgió esta Cumbre de las Américas con el objetivo de ser un espacio de diálogo y cooperación de alto nivel, amplio e incluyente para el hemisferio americano.

“Hoy, en Panamá podemos decir por primera vez que ese anhelo continental se ha cumplido. Aquí están presentes los 35 Estados que conforman las Américas”, señaló el mandatario.

Tras manifestar la solidaridad de México con Chile ante su continencia climática —razón por la que no asistió a la Cumbre la presidenta Michelle Bachelet—, asentó que “este encuentro es posible gracias al restablecimiento del diálogo entre dos grandes amigos de México, Cuba y Estados Unidos”.

Desigualdad, el reto de la región. Peña Nieto indicó que este ánimo de diálogo es el mismo que inspira la Séptima Cumbre de la Américas y enfatizó: “No olvidemos que el mayor reto en prácticamente todo el hemisferio es la desigualdad.

“En la región, [esta problemática] tiene raíces ancestrales, pero también se ha visto agravada a partir de procesos y tecnologías que concentran riqueza cuando no están acompañadas de políticas públicas adecuadas”, acotó.

Subrayó que México está convencido de que la exclusión nunca es una solución: “El verdadero desarrollo, por definición, debe incluir a todos. Para ser duradero, el crecimiento económico debe ser incluyente; sus beneficios deben alcanzar a todos los grupos de la sociedad”, señaló el Ejecutivo.

A favor de la inclusión. Manifestó que la transformación que ha emprendido México tiene el propósito de lograr mayores tasas de crecimiento.

“Estos cambios de fondo, lo mismo promueven el dinamismo económico de las ciudades, que la tecnificación del campo, el desarrollo industrial y la actividad turística”, anotó.

El mantadario también subrayó que en suma son cambios a favor de la inclusión, para que México avance a una mayor velocidad, y para que todos prosperen y nadie se quede atrás: “Es un modelo de libre mercado, pero con amplio sentido social”, dijo.

Al finalizar la primera sesión plenaria, el presidente Enrique Peña Nieto asistió al almuerzo de trabajo que sostuvieron en privado los Jefes de Estado, se tomó la fotografía oficial y adelantó su regresó a México para llegar anoche a la capital del país.

‘Atestiguamos un hecho histórico’. A su arribo, el jefe del Ejecutivo dijo que el país se pronunció claramente en este foro para que sea el diálogo la mejor herramienta para impulsar un entendimiento en una región con claras diferencias marcadas.

“Para que podamos construir a partir del diálogo, es sin duda éste la mejor herramienta, el mejor mecanismo para el entendimiento entre los gobiernos de la región de las Américas y a partir de ello construir prosperidad y bienestar para nuestras sociedades”, señaló.

En el hangar presidencial, subrayó que la Séptima Cumbre de las Américas es histórica.

“Sin duda hemos atestiguado un hecho histórico de los últimos 50 años y creo que esto es para bien de la integración de los países que formamos parte del hemisferio y de esta comunidad de las Américas”, apuntó.

El mandatario externó que Cuba y de Estados Unidos son países con quienes México tiene una estrecha y amistada relación, “son países que son nuestra vecindad geográfica tanto en el norte como en el Caribe. México se congratula de la iniciativa tomada por ambos mandatarios para el restablecimiento y normalización de la relación entre ambas naciones”.

Aclaró que la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba “sin duda será un proceso que tomará su tiempo” e hizo notar que la comunidad de naciones de América han manifestado su apoyo a la voluntad para la normalización de las relaciones La Habana-Washington.

Temas tratados. Al realizar un balance de su participación en la Cumbre, informó que ratificó su invitación a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a realizar una visita de Estado a México y señaló que tuvo contacto con mandatarios de toda la región.

Aseguró que se concretaron acuerdos en materia educativa para elevar su cobertura, para sumar esfuerzos hemisféricos y enfrentar el cambio climático, también manifestaron el compromiso con derechos humanos, el combate a la corrupción y transparencia gubernamental, así como en la inclusión de la sociedad en políticas públicas.