Muerte de mexicano podría quedar impune
Nueva Orleans, Luisiana.— Un agente de la Patrulla Fronteriza que mató a un joven en México al dispararle desde Texas no puede ser demandado en tribunales estadounidenses por la familia del adolescente mexicano, resolvió ayer un juzgado.
La decisión unánime de la Corte Federal de Apelaciones del Quinto Circuito revierte la mayor parte de un fallo previo de un panel de tres jueces, el cual fue alcanzado por votación de 2 a 1. El abogado del agente fronterizo señaló que la decisión reivindicó a su representado.
La abogada de la familia del joven declaró que aún no deciden si apelarán ante la Corte Suprema federal. “Le dejaremos a otros la decisión de si esta Corte ha perdido su sustento moral”, comentó Marion Reilly en un comunicado escrito. “A nombre de los padres de un adolescente inocente asesinado, un ser humano, sin importar su nacionalidad, recalcamos simplemente que ni ellos ni nosotros esperábamos una decisión así de una Corte de Estados Unidos”.
El agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos Jesus Mesa Jr le disparó al joven de 15 años, Sergio Adrián Hernández Guereca en junio de 2010. Los investigadores estadounidenses señalaron que Mesa intentaba arrestar a inmigrantes que habían cruzado de manera ilegal al país, cuando fue atacado por gente que lanzaba piedras.
Mesa disparó su arma a través de la frontera, y el joven recibió dos balazos. El tiroteo ocurrió cerca de un puente fronterizo entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua.
Originalmente, la demanda de la familia fue entablada en la Corte Federal de Distrito, donde un juez falló que no podía demandar en suelo estadounidense debido a que los efectos del tiroteo tuvieron “repercusiones en México”. Un panel de tres jueces del Quinto Circuito más tarde sostuvo que Mesa podía ser demandado, pero la decisión de ayer por parte del pleno de la Corte revirtió ese falló y ratificó el del juez de distrito.
El pleno del juzgado rechazó la afirmación de la familia de que la inmunidad de Mesa a una demanda civil era sobreseída por la Cuarta Enmienda de la Constitución de EU, que garantiza el derecho “de la gente a estar segura en su persona”. Un ciudadano mexicano en territorio mexicano y sin conexión significativa a Estados Unidos no puede apegarse a la Cuarta Enmienda, falló la corte de apelaciones. AP





