Con autorización del autor y de la editorial, reproducimos un fragmento del libro que será presentado hoy. 

México cuenta con estabilidad macroeconómica, resultado de los esfuerzos y de las medidas tomadas por los mexicanos desde hace más de 30 años. Nuestro país pasó de una economía cerrada y muy dependiente del petróleo y de la deuda externa para su crecimiento, a una abierta, diversificada y mejor dotada para crecer y competir exitosamente en la economía global; de un aparato productivo ineficaz y sobreprotegido, a otro más dinámico y competitivo, apoyado en políticas comerciales, monetarias, cambiarias y fiscales acordes con las necesidades y características económicas del país; de un gobierno demasiado interventor y voluminoso, a otro rector del desarrollo económico y concentrado en liberar el potencial de nuestra economía para poder crecer con empleos dignos y bien pagados.

Actualmente, el nivel de deuda pública en México como porcentaje del PIB alcanza 40%. Esto significa que el país tiene un nivel de deuda manejable, a diferencia de lo que ocurría hace treinta años.

Contar con una situación macroeconómica estable y con un gobierno que se conduzca de manera responsable en sus políticas monetaria y fiscal, es requisito fundamental para el crecimiento. México ha cumplido cabalmente esta condición y ahora es un ejemplo mundial en estas materias.