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Tixtla, Gro.— “Querido Felipe, feliz Día de los Reyes, espero que donde estés la pases bien, aquí te esperamos, échale ganas para que pronto regreses, te extrañamos, siempre rezamos por ustedes para que estén bien de salud… Le pido a la Virgen de Guadalupe y al Niño Manuelito que te cuide primo, que Diocito te proteja con su manto y Manuelito te guíe y te cuide como ha cuidado a mucha gente y ha hecho grandes milagros”. (sic)

Esta es la carta de Día de Reyes de uno de los familiares de Felipe Arnulfo Rosas, estudiante de Ayotzinapa, una de las 43 víctimas de desaparición forzada.

Ayer los Reyes Magos llegaron a la Normal Rural de Ayotzinapa donde dejaron regalos como pelotas, carros de plástico, muñecos de acción y juegos de mesa en los pupitres de los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre pasado.

También llevaron presentes para las niñas y los niños, familiares de las víctimas de Iguala, por lo que en la cancha de basquetbol de esa escuela, a diferencia del ambiente de incertidumbre y tristeza que se refleja en el rostro de las personas, hubo momentos de risas, sorpresas y algunas alegrías.

Padres de los normalistas agradecieron el gesto de Los Reyes que llevaron los regalos, pero otros rompieron en llanto, quizá ante el recuerdo de sus hijos por este día.

Integrantes del Frente Único de Normales Públicas de Guerrero (Funpeg) se convirtieron por momentos en Los Reyes Magos, luego de que desde hace un par de días pidieron en las nueve normales del estado recolectar juguetes para el 6 de enero.

Karen Ríos, del Funpeg, comentó que la jornada se llevó a cabo para los “compañeros” desaparecidos, los caídos y sus familiares, como una acción de solidaridad en esta fecha tan significativa.

Su compañera Yuli Martínez comentó que desde las tres de la mañana Los Reyes llegaron a Ayotzinapa y a las seis “nos volvimos a parar para hacer guardia y ver la reacción de los niños y los padres, ahorita ha sido un éxito”.

Junto al pupitre donde está el rostro de su hijo Fernando Flores Alcaraz, de 21 años, quien cursaba el segundo año en la normal, la señora María Isabel Alcaraz agradeció el gesto que los estudiantes del Funpeg tuvieron con sus hijos.

“Los recibimos con gusto y con alegría que ellos se hayan preocupado por los muchachos y venir a dejar los juguetes, es un gesto que no nos esperábamos”, dijo la ama de casa originaria de la comunidad de San Juan de las Flores, municipio de Atoyac de Álvarez.

Señaló que tiene dos hijos más, un hombre y una mujer, así que gracias a Los Reyes pudo llevarles un presente.

La generosidad de los Reyes de Oriente también alcanzó a los hermanos de los normalistas desaparecidos, debido a que también les llevaron un presente para los pequeños, que ayer estrenaron pelotas de futbol o carros de fricción.

Otros menores caminaban con asombro y curiosidad entre los 43 pupitres de sus hermanos o primos, revisaban los regalos, veían las cajas o algunos se reían porque incluso dejaron muñecas y juegos de té.

Por la tarde, los padres de los estudiantes y normalistas partieron la tradicional Rosca de Reyes, en un día en el que por un momento la incertidumbre y tristeza pareció borrarse del rostro de quienes desde septiembre han hecho de Ayotzinapa su segundo hogar.