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Al cierre del primer trimestre de 2015, la percepción de la inseguridad en el país registró una baja con relación al mismo periodo del año anterior. Del total de la población de 18 años y más, 67.9% consideró que vivir en su ciudad es inseguro, tasa inferior al 72.4% que se reportó en marzo del año pasado, de acuerdo con el séptimo levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Sin embargo, a pesar de la baja, la perspectiva sigue siendo negativa.

Durante el mes pasado, 38.1% de la población adulta que reside en las ciudades consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia seguiría igual de mal y 25% aseguró que empeorará, mientras que 20.4% estimó que continuaría igual de bien y 15.6% que mejoraría.

Se observa que es mayor la proporción de población que afirma que la situación de la delincuencia “seguirá igual de mal” o que “empeorará”. No obstante, con los resultados obtenidos en marzo de 2014, se observa que los principales cambios se presentan en la expectativa de que la situación de delincuencia empeorará, la cual reporta una disminución de 2.6 puntos porcentuales y un incremento de 1.7 puntos porcentuales en la población que considera que la situación seguirá igual de bien, resaltan los datos del Inegi.

La sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población respecto a la seguridad pública se generan por diversos elementos, como la atestiguación de conductas delictivas y antisociales que ocurren en el entorno de la población. Además, se destaca que el temor al delito puede afectar las rutinas de la población y la percepción que se tiene sobre el desempeño de la policía.

Los resultados de la encuesta a marzo señala que la población manifestó que en los últimos tres meses ha escuchado o ha visto en los alrededores de su vivienda situaciones como consumo de alcohol en las calles (70.4%), robos o asaltos (67%) y vandalismo (59%). Las de menor frecuencia fueron venta o consumo de drogas (39.9%), bandas violentas o pandillerismo (33.8%) y disparos frecuentes con armas (24%).

Con relación a los cambios de rutinas, 64.9% de la población encuestada manifestó que en los últimos tres meses, por temor a sufrir algún delito, modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito”; 61.5% dijo que cambió sus hábitos respecto a “permitir que salgan de su vivienda sus hijos menores”; 52.9% cambió rutinas a “dejar de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche”, y 31.2% ajustó sus hábitos relativos a “visitar parientes o amigos”.

Finalmente, 56.3% de la población aseguró que el desempeño de la Policía Federal para prevenir y combatir la delincuencia es “muy o algo efectivo”; en cambio, para la policía preventiva municipal y estatal resulta ser mayor la proporción de población que percibe su desempeño como “poco o nada efectivo” (66.8% y 58.1% respectivamente). Las ciudades donde se aplicó la encuesta fueron por entidad federativa y corresponden a las capitales de 25 estados, a las que se agregan seis ciudades seleccionadas de 100 mil habitantes y más de los seis estados restantes (Tijuana, Baja California; León, Guanajuato; Acapulco, Guerrero; Cancún, Quintana Roo; Tampico, Tamaulipas, y Veracruz, Veracruz) y el Distrito Federal. La encuesta se aplicó en más 2 mil 336 viviendas urbanas del país.