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El presidente Enrique Peña Nieto dijo que es innegable que ha habido avances en el combate a la inseguridad en el país, que éstos se reflejan en una reducción de homicidios y extorsiones, pero aceptó que “no estamos satisfechos con lo que hemos alcanzado”.

El mandatario indicó que los mexicanos quieren un México de orden, de seguridad, en el que no haya corrupción ni impunidad; es decir, que se sancione a todo aquel que cometa un delito.

“Para eso estamos trabajando. Es una tarea inacabable, reconociendo que ha habido avances, no sólo de ahora, sino que sin duda el escenario que hoy tenemos es, quizá, mejor del que había hace algunas décadas, pero aún no estamos satisfechos”, dijo.

Al inaugurar el foro nacional “Equidad para las víctimas en el debido proceso”, el Presidente se comprometió a recoger las conclusiones de ese evento y del que convocará el CIDE para elaborar las iniciativas para mejorar el sistema de justicia.

Peña Nieto escuchó los planteamientos de los activistas Isabel Miranda de Wallace y Alejandro Martí en torno a la necesidad de apuntalar al Poder Judicial. En su exposición, el Presidente dijo que hasta hace unos años las víctimas del delito también eran víctimas de un marco jurídico inequitativo que las marginaba y las limitaba en el ejercicio de sus derechos.

Aseguró que se les trataba como espectadores del proceso de administración e impartición de justicia. “Paradójicamente, en el derecho penal las víctimas ocupaban, y lamentablemente lo siguen ocupando, un lugar secundario... cuando debían estar en el centro del sistema de justicia”, dijo.

Indicó que era evidente que se requería un equilibrio entre los derechos de los inculpados y los agraviados.

Lamentó que aún haya casos de personas que, con indignación e impotencia, se duelen de haber sido tres veces víctimas de un solo delito: cuando son agraviados, por la insensibilidad de las autoridades, y por la impunidad del agresor, explicó.

“Pocas cosas pueden ofender tanto a una persona, como el hecho de que después de aguantar la indiferencia de servidores públicos, las largas esperas y el abrumador papeleo, su agresor quede en libertad”, comentó el Presidente de la República.

Agregó que el cambio de fondo se sostiene en grandes avances de orden jurídico: la transición hacia el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, la Ley General de Víctimas y la reforma constitucional en derechos humanos.

Advirtió que pese a que ha habido avances en la implementación de este modelo, pues en varios estados es hoy una realidad, “es evidente que pareciera estuviéramos esperando hasta el último momento para entonces darle debida forma y asumir verdadero compromiso en la implementación y hacer realidad este sistema”.

El mandatario subrayó que la aplicación del Sistema de Justicia Penal es un tema prioritario de la Agenda Nacional de Seguridad y Justicia, de tal forma que se trabaja para lograr su instrumentación en todo el país, a más tardar en junio de 2016.