Con la muerte de Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, en noviembre de 2010, el Cártel del Golfo dejó de tener presencia en los estados de Coahuila, Chihuahua, Tabasco, Veracruz, San Luis Potosí, Guerrero y Nuevo León.

Sin un líder único visible actualmente, ante la atomización de sus integrantes, y con la reducción de su capacidad operativa la organización quedó reducida a Tamaulipas y Quintana Roo a través de células delictivas que en un principio operaron como sus brazos armados.

La Procuraduría General de la República (PGR) detalla que el Cártel del Golfo opera en Tamaulipas con 11 células identificadas como: Ciclones, Los Pantera, Los Sierra, Los Fresitas, Grupo de Apoyo Ceros o M3, Grupo Pumas, Grupo Bravo, Grupo Dragones, Grupo Lacoste, Los Rojos y Los Metros.

La célula de Los Metros quedó sin líder después de que en abril pasado, tras una jornada violenta, fuerzas federales capturaron a José Hugo Rodríguez Sánchez, alias El Gafe, quien estaba al frente de esa agrupación.

Los Rojos, otra escisión, opera en Matamoros, Tamaulipas bajo las órdenes de Juan Mejía González alias El R-1, aunque las autoridades no han hecho público su perfil.

Información del Grupo de Coordinación Tamaulipas indica que la célula Grupo Lacoste está encabezada por Ignacio Zúñiga Blanco, conocido como El Barny; mientras que Grupo Dragones lo lidera Juan Martín Zárate Chávez, a quien se le atribuye toda la violencia que se ha registrado en los últimos meses en los municipios de Altamira, Tampico y Ciudad Madero.

En Estados Unidos el Cártel del Golfo opera a través de alianzas con pandillas locales dedicadas al tráfico de drogas y enervantes, mientras que en México sus células incrementaron el uso de la violencia para extorsionar, secuestrar y asesinar, según el Departamento de Justicia.