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Aplauden al político nato... a Camacho Solís

Juan Arvizu y Carina García| El Universal
Viernes 30 de enero de 2015
Aplauden al poltico nato... a Camacho Sols

RECONOCIMIENTO. El senador Manuel Camacho Solís, quien reapareció tras una enfermedad, recibió un homenaje por parte de la bancada del PRD en la Cámara Alta durante los trabajos de la reunión plenaria. (Foto: LUCÍA GODÍNEZ / EL UNIVERSAL )


politica@eluniversal.com.mx

Manuel Camacho Solís levanta el puño izquierdo y lo mueve, leve, ante los periodistas, rodeado de la bancada del PRD, a la que pertenece en la Cámara de Senadores, y del presidente del partido, Carlos Navarrete, y de Marcelo Ebrard Casaubon.

Veterano negociador y conocedor del apetito de los medios, sin embargo, este hombre que es historia viva, como ha dicho de él Dolores Padierna Luna, baja el brazo, tan pronto que fotógrafos y camarógrafos le piden salude de nuevo con ese ademán, singular de las izquierdas.

Camacho accede. Viste un traje oscuro y camisa blanca, sin corbata. Pelo corto con su encanecido natural. Su rostro, un poco robusto. El pecho erguido. Devora con la mirada ese instante en los jardines de la Hacienda de Los Morales, sede de la plenaria.

Sus labios se entreabren, pero está en silencio y acaso dice unas palabras. Hace un rato en un salón, los senadores que encabeza Miguel Barbosa le han expresado reconocimiento. “Te extrañamos”, “nos haces falta”, “tus estudios…”, “tus ideas, estadista”.

Este hombre que ha sido protagonista de hechos de la historia reciente de México, que desde la juventud ha sido reconocido como un negociador político nato, hoy, entero, de pie, está en silencio entre ellos. Su presencia es un habeas corpus que inyecta entusiasmo a mujeres y hombres del PRD, que sin empacho le dicen que en su ausencia lo han necesitado mucho.

Y le agradecen lo que ha hecho por ellos: oírlos, orientarlos en su proceder (a petición de parte), como lo dicen, por ejemplo, Mario Delgado, Alejandro Encinas, Alejandra Barrales, Angélica de la Peña, Armando Ríos Piter, Dolores Padierna, Luz María Beristaín, Zoé Robledo…Todos breves al abrir el corazón. Y de respuesta sólo tuvieron la mirada atenta, sigilosa, con filtro de sus pensamientos.

Por eso, cuando en la “foto de familia” de los presentes a la sexta reunión plenaria del PRD, Camacho Solís levantó el puño izquierdo, esa fue la primera y única forma de mensaje del hombre que estuvo grave de salud, que camina, con terapia que prescribe tres kilómetros.

Sigue la reunión plenaria de senadores en un salón amplio, que es un cuadro fantástico por el colorido de flores, lo que compone una atmósfera de fiesta. La cabecera de la reunión muestra fotos grandes de la trayectoria de Manuel Camacho Solís.

Dolores Padierna dice: “Un remolino de sentimientos se hace presente al ver al senador Manuel Camacho Solís, ejemplo de honestidad, de inteligencia, ejemplo de paciencia, de buen oficio político; tu nombre, Manuel, está inscrito en la historia viva de nuestro país”. Reitera, “tu voz es muy importante, haces mucha falta”.

El senador Miguel Barbosa: “Esta reunión plenaria la llevamos a cabo en esta ciudad, tomando como referencia la figura de un compañero legislador, de un compañero político, de un amigo, el senador Manuel Camacho Solís. Para él nuestro respeto y nuestro reconocimiento”.

La emoción transporta a la alegría a la hermana del político, Luz Camacho Solís y a su hijo Manuel Camacho Velasco. Ausente el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, (por la explosión en un hospital de Cuajimalpa), envió su mensaje que lee Salomón Chertorivski Woldenberg: “Don Manuel, una figura como usted es especialmente importante en la discusión por venir”, de la reforma política de la capital, enuncia ante senadores.

Carlos Navarrete: “Estás muy homenajeado, Manuel, y muy reconocido, algo absolutamente merecido. Y a nombre del PRD, te quiero expresar mi reconocimiento por tu vocación para los acuerdos y para los encuentros”, dice el presidente del partido.

A las puertas de la Hacienda de los Morales, Barbosa despide con un abrazo a Camacho.

—Nuestro respeto y nuestro cariño —, le dice al senador.

—Gracias, de veras, —musita el político negociador que es historia viva de México.

Y, leve, a los fotógrafos les dice: “Nos vemos”, y vuelve a agitar el puño izquierdo en señal de despedida.



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