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"Se escuchaba cómo zumbaban las balas"

Dennis A. García Enviado| El Universal
Domingo 24 de mayo de 2015

Militares, peritos y decenas de policías de la Fuerza Ciudadana custodian el Rancho El Sol, donde se dio el choque contra presuntos criminales.. (Foto: ULISES RUIZ. EFE )


Video. Video Tanhuato, después del enfrentamiento

Oficial dice que en el enfrentamiento cuidas tu vida o ves qué sucede

politica@eluniversal.com.mx  

Tanhuato, Mich.— Del enfrentamiento del viernes en el kilómetro 370 de la autopista de Occidente México-Guadalajara, no hay testigos, excepto los protagonistas. Lo más cercano al Rancho El Sol es la cabecera municipal de Ecuandureo, ubicada a unos 10 kilómetros.

Su presidente municipal, José de Jesús Infante, y la población, aseguran no haber escuchado nada.

Quizá existan registros de la incursión de las fuerzas armadas en este predio de 112 hectáreas, por la cámara de vigilancia que se encuentra en la entrada principal de la propiedad, que, a decir de policías estatales, fue asegurada hace cuatro años por las autoridades federales.

En la casa dentro del rancho, estaban parapetados los integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) . Ya esperaban a los federales. Uno de los policías de la Fuerza Ciudadana de la entidad acudió al llamado de los elementos federales para apoyar en el operativo.

“Cuando llegué seguía la putacera. Lo único en lo que piensas en ese momento es en tu vida”, comenta el oficial mientras resguarda una de las salidas del rancho que conduce a una brecha que se pierde a lo lejos.

Explica que al momento de los disparos no pudo actuar porque había agentes por todos lados y podía herirlos en el fuego cruzado.

“Imagínate 50 personas disparando, en esos momentos lo que quieres es protegerte. Nada más se escuchaba cómo zumbaban las balas”, narra el oficial.

Recuerda que al llegar en auxilio de las fuerzas federales, la puerta principal del rancho ya estaba abierta.

“Entramos por el acceso que da a la carretera y el helicóptero andaba dando vueltas”, un Black Hawk de la Policía Federal, que fue apoyo aéreo en la operación.

De nuevo recuerda un momento durante el tiroteo: “O cuidas tu vida o estás viendo qué sucede; en un momento la adrenalina se sube al 100, y tu visión pierde un 75%, es una reacción del cuerpo”, asegura.

Para platicar sobre lo que vivió en el enfrentamiento en el que se abatió a 42 presuntos narcotraficantes, el policía pide no ser fotografiado ni grabado, por seguridad.

“No puedes llegar a un evento de ésos a disparar como loco, porque había compañeros por todos lados”. Otro de los policías estatales se acerca a la malla para indicar que no hay acceso al rancho porque continúan con las investigaciones y hay que evitar la contaminación de evidencias.

“Lo que les puedo decir es que seguimos peinando la zona. En la casa lo que hay es basura y en el terreno hemos encontrado más armas, casquillos, cargadores y al parecer hubo detonaciones de granadas”.

“No sabemos cuánto tiempo tenían en el lugar, nos sorprendió todo”, señala.

“Aquéllos —continúa relatando— estaban a dos fuegos y por acá [a un costado de la casa] corrieron muchos de ellos para escapar”, explica el uniformado al rememorar algunos momentos de un enfrentamiento que se prolongó por tres horas.

En el interior del predio se observa la presencia de militares, peritos y decenas de policías de la Fuerza Ciudadana. Los 42 cuerpos de los presuntos delincuentes fueron sacados durante la madrugada para trasladarlos al Servicio Médico Forense de Morelia.

En el exterior del rancho aún hay evidencias de lo que ocurrió un día antes: un charco de sangre que absorbe la tierra y casquillos percutidos cerca de la malla que lleva a una brecha que se pierde entre el camino de terracería.



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