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"No hay bitácora de tortura en México"

Natalia Gómez Quintero| El Universal
Domingo 05 de abril de 2015

natalia.gomez@eluniversal.com.mx  

El informe del relator especial sobre la tortura de Naciones Unidas, Juan Méndez, señala que es difícil conocer un número real de casos de tortura en México. “No existe actualmente un registro nacional de casos y cada entidad tiene datos propios”.

El reporte que presentó el 9 de marzo y que causó una confrontación con el gobierno mexicano —a través de la Cancillería—, indica que muchos casos no se denuncian por temor a represalias o desconfianza y existe una tendencia a calificar actos de tortura o malos tratos como delitos de menor gravedad.

Se basa en datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que informó de 11 mil 608 quejas por tortura y malos tratos entre 2006 y abril de 2014. Asimismo la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal recibió 386 quejas de tortura entre 2011 y febrero de 2014.

El informe retoma datos de la sociedad civil que documentó 500 casos entre 2006 y 2014. “Aunque puede haber casos repetidos, la cantidad es preocupante”, señala el relator.

Méndez visitó México entre el 21 de abril y 2 de mayo de 2014 y desde entonces afirmó que “la tortura y los malos tratos son generalizados en México”, lo que ha rechazado el gobierno, ya que el relator sólo documentó 14 casos que no se incluyen en el reporte, pero que sí se abordaron en las comunicaciones que sostuvo la SRE con la relatoría a lo largo de un año, en el que se negoció el contenido del informe.

El documento de 19 páginas evalúa la tortura y malos tratos, así como condiciones de detención, el tema de migrantes y personas con discapacidad. El relator precisa que la tortura se utiliza desde la detención y hasta la puesta a disposición de la persona detenida ante la autoridad judicial, y con motivo de castigar y extraer confesiones o información incriminatoria.

Cita que en 2012, según una encuesta del Centro de Investigación y Docencia Económicas, 57.2% de los detenidos en centros federales dijo haber sido golpeado durante la detención y 34.6% declaró haber sido forzado a firmar o modificar una confesión.

“Consistentemente, un alarmante número de los detenidos entrevistados alegó haber sido víctimas de torturas luego de su detención. En el Centro de Investigaciones Federales, donde están los arraigados, prácticamente todas las personas entrevistadas alegaron haber sufrido torturas y malos tratos previo al ingreso”, describe.

El relator expone que “desde 2006 y bajo la denominada ‘guerra contra el narcotráfico’ se han implementado medidas para regular la detención, investigación y combate de la delincuencia organizada, incluyendo el despliegue de fuerzas armadas que cumplen funciones de seguridad pública, llegando a 50 mil efectivos en 2012”.

Subrayó que en este contexto la CNDH registró un aumento de quejas por tortura y malos tratos desde 2007 y reportó un máximo de 2 mil 20 quejas en 2011 y 2 mil 113 en 2012, comparadas con un promedio de 320 en los seis años anteriores a 2007. Entre diciembre de 2012 y julio de 2014, la CNDH recibió mil 148 quejas por violaciones atribuibles sólo a las fuerzas armadas.

Méndez observó “inquietantes coincidencias” entre los testimonios: Las personas denuncian, generalmente, haber sido detenidas por personas vestidas de civil, a veces encapuchadas, que conducen autos no identificados, sin orden judicial, ni informan de los motivos de la detención. Describe que cuando se detiene en un domicilio, el ingreso suele practicarse sin orden judicial y se producen daños a la propiedad y robos. La detención va acompañada de golpes y amenazas.



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