"¿Negociar? Es más fuerte el problema de Guerrero"
El senador Armando Ríos Piter afirma que la decisión de no participar en la contienda para elegir candidato del PRD a gobernador en Guerrero fue meditada desde hace varias semanas, siguiendo el desenlace de los hechos de Ayotzinapa. (Foto: GERMÁN ESPINOSA. EL UNIVERSAL )
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La decisión del senador del PRD, Armando Ríos Piter, de no participar como candidato a la gubernatura de Guerrero, obedeció al condicionamiento que hubo desde la dirigencia nacional del partido del sol azteca y desde el Consejo Estatal perredista para que las candidaturas y la toma de decisiones pasaran por filtro del equipo político del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el legislador perredista relata que desde hace un par de semanas el Consejo Estatal del PRD le “sugirió” hacer acuerdos con Aguirre Rivero, pues la corriente política del ex gobernador es una de las mayoritarias en esa entidad; se le informó que con éste se deben tomar las decisiones.
El senador explica que cuando el tema lo trató con la dirigencia nacional, la cual es encabezada por Carlos Navarrete, la respuesta fue: “así es la forma en que esto funciona”.
“¿Cómo le hacemos, sí así funciona? Esas son las reglas que tenemos. Entiendo la respuesta, pero me parece que es muy menor al tamaño del asunto por el que atraviesa Guerrero”, fue la respuesta a Ríos Piter por parte de la dirigencia nacional.
Aunado a ello, el nulo trabajo de recomposición del tejido social del actual gobernador interino de la entidad, Rogelio Ortega, por el caso de los estudiantes normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, fueron determinantes para que Ríos Piter decidiera —junto con su esposa Alejandra— “bajarse” de esta contienda interna, sabiendo que podría ser la última oportunidad en su carrera política para ser gobernador de esa entidad, su estado natal.
Tras tomar la determinación, el también ex diputado federal del PRD confirma que se mantendrá en el partido y no lo abandonará.
¿Por qué bajarse de esta contienda; se decía que usted era puntero?
—Esto un decisión meditada, reflexionada, desde hace varias semanas siguiendo el desenlace de los hechos de Ayotzinapa, por lo que puedo decir no fue al vapor… y para llegar a ella pesaron tres componentes.
El primero fue la reacción de las autoridades en este caso; cómo la clase política se fue identificando, pero al mismo tiempo ausentando de este problema y estoy hablando desde el gobierno federal hasta de mi partido y su dirigencia nacional, así como de los otros partidos y del gobierno estatal.
Hay una lógica de querer pensar que se va olvidar el tema y que después de las vacaciones paulatinamente se le puede apostar al olvido, al carpetazo, y es eso no solamente me indigna, sino que me muestra y me hace percibir que hay una condición de impunidad en este problema tan grande donde hay tantos actores involucrados que prefieren ocultarlo, para que todo se mantenga en calma.
No comparto esa visión y esa fue la primera parte (que me motivó a renunciar). La segunda motivación fue respecto a los elementos con los que cuento para llevar a cabo una labor de cambio y la tercera fue el diálogo con la dirigencia de mi partido, cuando expongo mis preocupaciones (respecto a acordar con Ángel Aguirre, el ahora ex gobernador con licencia).
“Actúe en consecuencia”
¿Qué pasó exactamente con la dirigencia nacional?
—Cuando trato el tema con mi dirigencia me pareció que todo debía ser de manera inercial… aquí entra la lógica de cómo funciona el PRD, pues tiene un Consejo Estatal, instancia donde los liderazgos acuerdan quiénes deben ser los candidatos, (que pretendían acordar estos espacios) de manera inercial y tradicional, pero con un componente adicional: pasar la aduana de tener un acuerdo con quien fue el gobernador del estado, en la lógica de que es alguien que tiene injerencia política al interior del PRD, que tiene una corriente fuerte y pareciera ser que lo mejor es ponernos de acuerdo y con eso garantizar una candidatura.
Esto es una condición de ser éticos, más que pragmáticos, por lo que es una decisión que se fue procesando y que la última semana encontró con estos diálogos con la dirigencia un motivo contundente, pues expresé todas mis preocupaciones y no fueron consideradas; las he dicho, las he repetido, al más alto nivel que he podido, pero por alguna razón no surtieron efecto, por lo que actué en consecuencia.
¿Quién le pidió acordar con ex gobernador Aguirre Rivero?
—Hay que entender cómo funciona el Consejo Estatal del partido y hay que entender que esta inercia de la que hablo, se debe poner en este momento en un análisis mucho más drástico.
Las corrientes del partido, que son las fuerzas internas, representan votos en este Consejo y quien tiene mayoría de votos tiene capacidad de tomar decisiones y en Guerrero el acuerdo es con muchos actores, entre ellos la corriente del ex gobernador, es decir, es ‘el vamos sentando, tomemos un acuerdo’ como naturalmente se hace, pero que esta vez no se me hizo pertinente, por la crítica que yo he venido haciendo pues yo de lo que pedí, en su momento, la licencia de Ángel Aguirre.
¿Pero cuál fue la respuesta de la dirigencia nacional a todo esto?
— ‘¿Cómo le hacemos, sí así funciona? Esas son las reglas que tenemos’. Entiendo la respuesta, pero me parece que es muy menor al tamaño del asunto por el que atraviesa Guerrero.
Un “campanazo”
El candidato que quede del PRD ¿estará marcado por esta acusación, la de pactar con el ex gobernador Ángel Aguirre; cómo queda la imagen del partido?
—Yo he fijado mi posición y mi opinión es que estos argumentos deberían ser atendidos, si se quiere garantizar la mejor condición del candidato. La dirigencia tendrá lo opción o no de hacer caso. Yo estoy convencido que al hacerlo de manera pública, es un campanazo para que cambien cosas. Si no ocurre, correremos en la misma lógica como si Iguala no hubiera existido.
¿Participará usted con el candidato a la gubernatura de Guerrero que elija el PRD?
—Habrá que definirlo. El tema no es si participo o no, pero si no cambian estas cosas sería absurdo e incongruente ir a apoyar si las cosas siguen igual.
Con esta decisión, ¿es probable que el PRD pierda Guerrero?
—No lo sé. Eso lo tendrá que revisar en el partido. Yo tomo esta decisión porque no comparto la idea de que estas condiciones puedas transformar, porque vas a llegar con una serie de acuerdos que te maniaten para tomar decisiones, pues entonces sería demasiado pragmático llegar por llegar.
¿Esto tiene solución? Ya se fueron del partido personajes claves como Cuauhtémoc Cárdenas.
—Yo espero que sí tenga remedio. Yo creo en mis compañeros del PRD y eso es el PRD, pues no solamente son sus líderes o sus corrientes.
En respeto a esa gente espero que todo esto tenga solución. Mi decisión es mantenerme en el PRD.