Obispos y sacerdotes de Guerrero acordaron unir esfuerzos y cambiar la agenda pastoral, para enfocarse a contribuir a "resolver la crisis política y social que se vive en el estado, enfocados en una estrategia de cinco puntos, entre los cuales destacan el acompañamiento a las víctimas y atención especial a jóvenes y profundizar en el diálogo social.

"Nos ha tocado un contexto más complicado que en el resto del país. Esto la Iglesia lo ve como un desafío y gracias a que nuestros obispos han asumido la situación, creemos que podemos empezar un camino conjunto, enfocados de una manera más firme en el diálogo social", subrayó el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, coordinador del equipo pastoral de la Provincia de Acapulco.

A través de un comunicado conjunto emitido por las diócesis de ese puerto, así como las de Chilpalcinco-Chilapa, Tlapa y Ciudad Altamirano, se destacó que los acuerdos derivaron del 17 Encuentro Provincial Pastoral de esa región, donde se analizó la crisis en la entidad.

Ahí, sacerdotes y el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos y los obispos de las diócesis de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga; de Chilpancigo-Chilapa, Aalejandro Zavala y de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez, acordaron impulsar la propuesta de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) #Por1MEXICOenPAZ.

Se trata de una campaña mediática de promoción por la paz y jornadas de oración, así como el fomento de esta en todos los católicos para pedir por el cese a la violencia en el país.

En tal sentido, los ministros de Guerrero a través de Jesús Mendoza Zaragoza, explicaron que como parte de su estrategia, respecto a la oración, el objetivo es insistir en el tema en cuestión durante todos los momentos de la vida litúrgica, para lo que se han elaborado subsidios especiales.

En el segundo punto, que es la campaña mediática para mantener en la opinión pública el el asunto referido, fomentando la corresponsabilidad y la participación de la Iglesia y de toda la sociedad, el sacerdote expresó que se busca que cada una de las diócesis de la provincia referida, difundan el mensaje a través de internet, semanarios, redes sociales y los medios de comunicación en general para que pueda ser visto y escuchado por todos.

Sobre el compromiso de ofrecer atención y acompañamiento a las víctimas de la violencia, Mendoza Zaragoza destacó que esto es algo que lo hace desde hace algunos años la Arquidiócesis de Acapulco, experiencia que se comparte apoyando a las otras diócesis.

En torno a la atención especial a los jóvenes como un sector sumamente vulnerable, dijo que  la Iglesia debe acercarse a ellos donde quiera que estén para evitar que caigan en las adicciones o en las garras de la delincuencia organizada.

“Este es un gran desafío, en la Arquidiócesis de Acapulco se va poner en marcha el proyecto piloto en una parroquia de un centro juvenil para la construcción de la paz, esperando que sirva de modelo en las otras diócesis”, puntualizó Jesús Mendoza Zaragoza.

Resaltó el compromiso conjunto que ha asumido la Provincia Eclesiástica de Acapulco para impulsar el diálogo social, "porque la sociedad tiene que buscar la forma de no polarizarse, sino de estar fortalecida y eso será en la medida que se abran causes para encuentros de diálogo entre los diversos sectores de la comunidad. Para ello se implementan talleres de capacitación para el diálogo en las diferentes diócesis.

“En ese sentido la Iglesia tiene que asumir la tarea de poner la mesa, invitar a esta, sentarse a dialogar con los diversos actores sociales, de manera que a través del diálogo se disipen los fantasmas, puedan superarse los prejuicios y se dé el fortalecimiento de la sociedad para que tenga mejores condiciones de sumarse a un camino de reconciliación, de paz, de justicia y que de esa manera podamos buscar y encontrar salidas”, expuso Jesús Mendoza.

crs