Anda en forma, cuida su peso y trae ganas de pelea en la arena política, que no va a abandonar a pesar de su condición de ex Presidente.

Felipe Calderón está a unos meses de cumplir 53 años. Es un político joven que no se va a retirar a "plantar arbolitos", mucho menos va a dejar el PAN ni a permitir que los maderistas sigan tomando al partido como enredaderas. Al menos no por ahora.

Y no está convencido de irse de las filas del partido, porque le tocó ver renuncias muy dolorosas, como la de su padre Luis Calderón Vega y de su mentor político Carlos Castillo Peraza, recuerda don Felipe.

El michoacano deja en claro que va a dar mucha lata en la política fuera y dentro del panismo.

¿Por qué se mantiene en la arena política?

Durante una visita el jueves por la mañana a EL UNIVERSAL, dice que es parte de su vida, como lo sigue siendo un partido en el que milita desde muy joven.

Tiene además muy presente el resultado de la elección presidencial del 2006, que él se adjudica como buen político y candidato.

"Como dice el dicho: ‘el éxito tiene muchos padres, sólo el fracaso es huérfano'. Cuando gané todo mundo se atribuyó el triunfo mío, menos yo. Denle la explicación que quieran, pero yo gané y punto.

"Además gané limpiamente, si preguntan, ¿cuál es la imputación que se me hace de no haber ganado limpiamente? Nadie la recuerda, una imputación que diga que hice trampa en esto, ¡ninguna! Solamente lo que se atreven a decir es que yo le dije al señor (Andrés Manuel López Obrador) que era un peligro para México. ¿Eso es algo ilegal? Al contrario, eso es lo que los candidatos deben decir en campaña y que el elector decida, que te contrasten. ¿Eso era una ilegalidad? Por supuesto que no, eso fue democracia pura que un candidato diga lo que piensa del otro. Gané limpiamente en una elección difícil, y yo pienso que algo tuvo que ver el candidato".

Calderón no se va...